Los sistemas de defensa antiaéreas derribaron la pasada noche 31 drones sobre varias regiones rusas y cuatro misiles Storm Shadow sobre la anexionada península de Crimea, informó hoy el Ministerio de Defensa de Rusia en su canal de Telegram.
Según el comunicado castrense, doce drones y otros tantos cohetes Oljá fueron abatidos sobre la región de Bégorod y ocho aparatos no tripulados sobre la región de Kursk, ambas fronterizas con Ucrania.
El mando militar ruso comunicó además que cuatro misiles Storm Shadow y siete drones fueron destruidos sobre el territorio de la península de Crimea.
Otros cuatro drones fueron derribados sobre la región de Lípetsk, situada a unos 200 kilómetros del punto más próximo de la frontera de Ucrania.
El Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia informó a su vez de la conclusión hoy de los trabajos de rescate en la ciudad de Bélgorod, capital de la región homónima, donde un total de 15 personas murieron ayer a causa del derrumbe parcial de un edificio de viviendas.
Según las autoridades rusas, el derrumbe fue provocado por un ataque ucraniano.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, responsabilizó del bombardeo al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y sus "patrocinadores occidentales".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a los medios que el líder ruso, Vladímir Putin, había sido informado de lo ocurrido en Bélgorod "como consecuencia de un brutal ataque con misiles del régimen de Kiev" y había impartido las "instrucciones correspondientes".