Momento currículum. El efecto Cifuentes ha inundado el país de dudas sobre el engorde en los expedientes académicos de los políticos y estos han visto en ello la oportunidad, en general, de desacreditar al adversario, sobre todo lo hacen con filtraciones interesadas a través de medios de comunicación muy al estilo de tirar la piedra y esconder la mano. Dos ejemplos estos días en la provincia de Cádiz son los de Romaní, PP, a quien tras una interesada filtración se le acusa de haber obtenido su tesis gracias a la aportación de 42.000 euros que Aguas de Cádiz hizo al Observatorio de Carlos Guillén y al que otros afirman se sacó todo muy deprisa y a clases "ni iba", o la alcaldesa de Jerez, Mamen Sánchez, quien ha sido señalada por otro medio de "haber engordado" su currículum. Paralelamente, insinuaciones a diario sobre este o aquél, "investiga" aquí o allá... La alcaldesa de Córdoba califica de "error" el que en la web de su partido incluya una diplomatura en Ciencias de la Educación que nunca terminó, por no hablar de los muchos que están callados y usando el tipp-ex con urgencia para borrar algún pequeño exagero que en su día pusieron y que hoy les puede cobrar dolosa factura, porque que nadie se engañe una cosa de estas te puede costar la carrera política. No se trata de la gravedad del delito, que apenas la tiene y/o afecta a nadie, se trata de mentir y la mentira en un cargo público cuando más o menos se intuye se puede hasta aceptar, pero cuando está demostrada resulta inaceptable aunque el motivo sea menor. Pero también hay que tener mucho cuidado porque hay mucha filtración interesada y mucho medio desaprensivo con asuntos pendientes dispuestos a airear un rumor, a ensalzar una duda razonable, a usar medias verdades para hacer creer lo que no es y en el envite llevarse a alguien por delante. Con esto, los propios políticos, como con otras cosas, se han metido en un jardín muy peligroso, tanto para el que algún día falseó o engordó un currículum como para aquellos, que los hay y muchos, sin un mal párrafo decente con que sostener el suyo. ¿Qué es peor? Difícil...
Todo, en la misma semana en que Sevilla, y con ella Andalucía, inaugura la temporada de ferias. Sobre el sevillano albero lo más granado, es posible que no haya en el mundo una exposición mayor de lo que es el postureo humano. Muy divertido para el autóctono, menos para un visitante que se puede sentir ajeno a la fiesta dentro de ella. La política está presente; se vio el cruce entre Pedro Sánchez y Susana Díaz en la recepción de Cajasol y aunque ambos declararon públicamente respeto del uno al otro, lo hacen con la boca tan pequeña que casi deben sostener la carcajada. La presidente al día siguiente, miércoles, viajó a Madrid a reunirse con Rajoy, para coger el AVE de la una y llegar a la recepción de la Ser donde lo más altivo de la política se da cita. Albert Rivera paseó declaraciones por los medios locales y allí junto a Juan Marín, calentó asiento al PP, Juanma Moreno, Antonio Sanz, consejeros varios, presidentes de diputaciones como Paco Reyes, Jaén, o Ignacio Caraballo, Huelva, y muchos alcaldes. Se echó en falta a la presidente de la Diputación de Cádiz, Irene García, poco dada a otras ferias que no sean la suya, Sanlúcar.
Ahora el político, en general, se cuida mucho se dejarse ver más de la cuenta por las ferias porque la imagen desgasta. De hecho, la foto en los medios de comunicación escritos cada día es menor, sobre todo cuando en tiempos de crisis resulta poco procedente una instantánea bajo farolillos. Pero en Sevilla hay que estar, más en este tipo de recepciones donde el canapé rula con ritmo, la copa nunca está vacía y las relaciones son fluidas porque el vapor de manzanilla afloja las tensiones. Esa manzanilla clarita, muy clarita como gusta allí, tan clarita que uno duda si algún día aquello fue vino o pasó más de tres días por bota noble, nada comparable con ese vino dorado con cuerpo que es la manzanilla hecha o el fino de Jerez, donde los caballos y el vino hacen de su feria algo único en el mundo y con sus puertas abiertas para quien guste del disfrute. Se nota procedencia, es lo que tiene la tierra.
Mientras, Chaves compareció este lunes en el caso de los EREs para dar cuenta de que "no sabía cómo se daban las ayudas". Ver a dos ex presidentes de la Junta de Andalucía sentados en el banquillo de los acusados para declarar sobre un presunto fraude de este tamaño es tan grave como parece, lo que sucede es que estamos tan agotados todos de oír hablar del asunto que ya casi ni le damos importancia. Parece como si modelaran la opinión pública cansándola, y en esto la justicia, o el sistema judicial, tiene su eterna culpa con procedimientos tan alejados de la realidad por su dilatación en el tiempo que cuando se dicte sentencia ya casi importará. Salvo electoralmente, que esa es otra; unánime es la opinión que el sentido de la sentencia como la fecha en que se produzcan serán claves para determinar un adelanto electoral que la presidente Díaz parece tener decidido y que salvo sorpresa mayúscula se produciría para este otoño.
Podrían. Es cierto que el 15M y la crisis posterior supuso un movimiento político fundamentado en el entorno universitario que revolucionó el país, fragmentó la izquierda e inquietó a no pocos. De los famosos círculos donde se tomaban las decisiones y un mensaje curtido en el anti sistema y en el ataque a la casta o al Ibex 35, Podemos y sus guerras internas les ha llevado a mutar en Podrían, un partido normal. La última es por el control de Madrid, pero ya se ha visto en otras ocasiones como la formación morada no hace prisioneros cuando se trata de debatir el poder y Pablo Iglesias, tan dado a dar discursos contra el régimen político de los demás, ha terminado por convertirse en el ayatollah del podemismo. Podría haber sido diferente, haber actuado como en un principio anunció, pero a media que las guerras de poder por el control se iban produciendo ha hecho lo que todos, aniquilar adversarios por el simple hecho de que lo son y dejar el debate democrático a un lado. Podrían haber sido la alternativa real a la izquierda de un Psoe que anda perdido en sí mismo, que a pesar de lo que otros pierden apenas recupera nada, que ha dejado mucho en su guerra interna por el poder de Ferraz, pero su papel de opción real ha terminado por quedárselo el discurso moderado de Ciudadanos.
Abril inaugura época de ferias. Al margen de gustos sobre esta o aquella, Andalucía es como una mujer embutida en un traje de lunares. Curvada para mecerse en sueños, esbelta, hermosa en todo su conjunto. Primaveral en su flor, soleada y muy lucida, artística cuando brazos en alza afronta los lances definitivos, mirándote cara a cara, marcando sugerente sonrisa bajo ese lunar prestado que señala el camino del beso. Que es solo eso, pero quién no moriría a veces por dar uno.