La actriz Natalia de Molina se ha mostrado este viernes “muy contenta” por recibir el Premio Luz del Festival de Huelva de Cine Iberoamericano, que le será entregado esta tarde durante la Gala de Inauguración de la 49 edición del certamen, que se desarrollará hasta el próximo 18 de noviembre.
Durante su participación en el espacio ‘Encuentros’ del Festival de Huelva, moderado por el periodista Adolfo Zarandieta, De Molina ha señalado que “es un honor recibir este premio, aunque también da un poco de vértigo porque soy muy joven”. En este sentido, la actriz ha reconocido que “es muy bonito, es como un chute de autoestima, porque es una profesión muy difícil y he arriesgado mucho, así que este Premio Luz me dice que debo seguir por este camino”. Además, ha explicado que “será una noche muy especial en la que voy a estar arropada por mi familia. Ha sido un año muy bonito y terminarlo aquí de esta manera sienta muy bien”.
La intérprete linarense ha reivindicado “el acento andaluz como parte de la diversidad de nuestro país en el cine español”. De Molina ha indicado que “al principio mi acento me cerró puertas y trabajé mucho en neutralizarlo. Pero no hay que renunciar a nada y al final mi acento andaluz me ha dado muchísimo”.
La flamante Premio Luz del Festival de Huelva también se ha reconocido como “una obsesiva del trabajo. Son muchas horas las que hay detrás de cada personaje y cuando me veo al principio siempre saco los defectos. Es cuando tomo distancia cuando me doy cuenta de que también hago cosas bien”.
Con la concesión de este galardón, que cuenta con el apoyo del Colaborador Oficial del certamen, la Fundación Atlantic Copper, el Festival de Huelva reconoce a una actriz de trayectoria versátil, arriesgada y prometedora.
Natalia de Molina (Linares, Jaén, 1990) estudió interpretación musical en la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga y continuó su formación en el Estudio Corazza de Madrid. Su carrera despegó en el 2014 con la película ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ (2013), dirigida por David Trueba, por la que obtuvo el Premio Goya como Actriz Revelación.
Desde entonces, Natalia de Molina ha trabajado tanto en películas de corte más comercial –‘Kiki, el amor se hace’ (2016), de Paco León; ‘Operación Camarón’ (2021), dirigida por Carlos Theron– como en el cine más experimental, independiente y de autor, con producciones como ‘Pozoamargo’ (2015), de Enrique Rivero; ‘Animales sin collar’ (2018), dirigida por Jota Linares; o ‘Elisa y Marcela’ (2019), de Isabel Coixet, entre otras.
En 2015 fue amadrinada por la actriz Natalie Portman en el Festival Internacional de Cine de Berlín, que la premió con el prestigioso European Shooting Star. Un año más tarde, en 2016, consiguió su segundo Premio Goya, esta vez como Mejor Actriz Protagonista por su trabajo en ‘Techo y comida’ (2015), del director Juan Miguel del Castillo, convirtiéndose así en la actriz más joven en contar con dos de las preciadas estatuillas.
Sus papeles le han valido numerosos reconocimientos, llegando a estar hasta tres veces consecutivas nominada a los Premios Goya como Mejor Actriz de Reparto por sus interpretaciones en ‘Quién te cantará’ (2019), de Carlos Vermut; ‘Adiós’ (2020), dirigida por Paco Cabezas; y ‘Las niñas’ (2021), de Pilar Palomero. Desde 2018 es miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
En 2022 estrenó varios proyectos, entre los que destacan ‘La maniobra de la tortuga’, de Juan Miguel del Castillo, por la que recibió el Premio Carmen a la Mejor Interpretación Femenina; ‘Espejo, espejo’, dirigida por Marc Crehuet; ‘Contando ovejas’, José Corral; y ‘Un año, una noche’, del director Isaki Lacuesta. Además, estrenó lo que ha sido su primer papel protagonista en una serie de televisión para Movistar+, ‘Fácil’, de Anna R. Costa.
En 2023 estrena la película ‘Asedio’, de Miguel Ángel Vivas; ha rodado la serie para Netflix ‘Mano de hierro’, de Lluís Quilez; y el largometraje ‘Desmontando un elefante’, dirigida por Aitor Echeverría.