Árbitro enseña a árbitro: así es la iniciativa pionera creada en el balonmano malagueño

Por todos es sabido que la labor de un árbitro es una de las más complicadas de cuantas se pueden llevar a cabo. Tomar decisiones en décimas de segundo, en muchas ocasiones a raíz de un golpe de vista o incluso una intuición. Todo ello, siendo consciente de la controversia que puede crear el más mínimo de tus movimientos.

Todo esto se multiplica si estás dando tus primeros pasos en el mundillo arbitral. Y créanme, tras más de diez años como árbitro de fútbol, un servidor sabe de lo que habla.

Es por ello que para ponerle las cosas más fáciles a estos colegiados primerizos o aspirantes, el CTA de Balonmano de Málaga ha creado 'shadow referee', un proyecto formativo en el cual este árbitro aspirante se incorpora al partido al lado de un compañero suyo más experimentado, de modo que ve las acciones in situ y estas son comentadas sobre la marcha.

"Se me ocurrió incorporar a uno de los chicos de último curso dentro de un partido oficial para que fuese partícipe del mismo. El muchacho se coloca al lado de uno de los dos árbitros del partido, ya sea en el centro o en la línea de fondo. Las jugadas se van comentando con él, de forma que va aprendiendo de forma muy práctica cuándo debe intervenir y cuando no. Hay puntos en los que incluso se le permite intervenir con el silbato. Esto le ayuda a estar mucho más suelto y comprender mejor el juego para cuando llegue su momento", señala Juan Antonio Bernal, conocido por todos como Bony, designador de Málaga y Andalucía.

Esto, por supuesto, en partidos oficiales bajo los auspicios de la Federación Andaluza de Balonmano. Según Bony, se trata de una iniciativa que está teniendo gran éxito: "El apoyo tanto por parte de los padres como de los propios clubes está siendo excepcional. No ha causado ninguna distorsión en el desarrollo de la competición y nuestra intención es seguir implementando esta herramienta en el futuro".

¿Y cómo lo ven los propios árbitros aspirantes? Pues, a juzgar por las declaraciones de uno de ellos, David Alcolado, parece que bien: "He hecho ya varios partidos así y me parece espectacular. Te quitas el miedo de fallar, porque estás con dos compañeros experimentados, con los que además vas comentando todas las jugadas. Es una gran forma de iniciarse en el arbitraje y estoy tremendamente satisfecho".

Los trencillas que ya llevan algún que otro partido a sus espaldas, coinciden en las bondades de este 'shadow referee'. "Ojalá hubiera existido durante mis inicios. He tenido la suerte de haber llevado conmigo a chicos que están empezando y creo que es una experiencia de la que aprenden tanto ellos como nosotros. A mí, como veterano, me da un punto de responsabilidad que también me motiva a mejorar", destaca el árbitro Fede Morabito.