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César Fernández, asesinado en Burkina Faso, recibe la Cruz de la Orden del Mérito Civil

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  • El misionero salesiano Antonio César Fernández. -

El misionero salesiano y natural de Pozoblanco (Córdoba), Antonio César Fernández, que fue asesinado en un ataque yihdista en Burkina Faso en febrero de 2019, ha recibido, a título póstumo y concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil.

Así lo ha dado a conocer este viernes en un comunicado el alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello (PP), quien ha expresado su "agradecimiento y satisfacción por la condecoración" otorgada por el Gobierno de la Nación al referido misionero, ya que se trata de "un reconocimiento a toda una vida dedicada a ayudar a los demás, de entrega y generosidad".

En este sentido, Cabello ha señalado que "el padre César", que fue asesinado cuando contaba con 72 años, "es un ejemplo y su recuerdo está ya para siempre entre todos nosotros. Esta merecida condecoración se suma al reconocimiento que hemos querido hacerle también desde el Ayuntamiento, denominando una calle de Pozoblanco con su nombre el pasado mes de mayo", pues "Antonio César Fernández fue un modelo de humanidad", que estuvo "sembrando un futuro mejor y lleno de esperanza hacia los que más lo necesitaban, y Pozoblanco siempre lo recordará".

Antonio César Fernández nació en Pozoblanco el 7 de julio de 1946 y había ejercido como misionero en diversos países de África desde 1982, pues fue fundador en dicho año de la presencia salesiana en Togo, su primer destino. A lo largo de su trayectoria trabajó como maestro de novicios (1988-1998) y ejerció, entre otras funciones, como delegado de la Inspectoría Salesiana Fracófona (AFO).

En la última etapa de su vida ejercía su ministerio en Burkina Faso, aunque seguía visitando Pozoblanco, donde reside su familia, con regularidad. Murió con 72 años y cuando había cumplido los 55 de salesiano y los 46 de sacerdote.

Antonio César Fernández fue tiroteado por los yihadistas a 40 kilómetros de la frontera Sur de Burkina Faso, cuando regresaba de un viaje por carretera. Dicho ataque se enmarca dentro de la ola de violencia que padece Burkina Faso desde el año 2015. Los restos del misionero descansan en el panteón de los salesianos del Cementerio de Pozoblanco, localidad en la que, tras la repatriación de su cadáver, fue despedido con un multitudinario funeral.

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