Poco después de que el Pleno del Ayuntamiento de Cádiz aprobara la limitación de viviendas turísticas en la ciudad, el alcalde, José María González, Kichi, advirtió del impacto medioambiental de los cruceros por medio de una entrada en su perfil de Facebook que ha abierto un agrio debate sobre una de las actividades de mayor relevancia para la economía local.
“No es lógico que hagamos desde el municipalismo todos los esfuerzos para combatir el cambio climático (...) y, mientras, esta chimenea (en alusión al buque Norwegian Epic atracado en el muelle) esté echando humo y contaminando el aire desde las 6 de la mañana”, escribió.
La presidenta de la Autoridad Portuaria Bahía de Cádiz (APBC), Teófila Martínez, respondió, a su vez, también a través de las redes sociales, explicándole que “el crucero que pone en su post es uno de los más modernos que ahora mismo navegan por el mundo y ese humo que ahí se ve es, en su mayor parte, vapor de agua”.
“Cualquier penacho de ese color, propio de torres de refigreración, indica que se está pulverizando agua para absorber la práctica totalidad de las materias tóxicas”, confirma, por su parte, Alfredo Serrano, presidente de Cruise Lines International Association (CLIA). Los lavadores de gases o scrubbers “eliminan el 98% del óxido de azufre y las partículas en suspensión”, agrega, al tiempo que remarca que el sector invierte ingentes cantidades de recursos para garantizar la sostenibilidad. “El 65% de la flota -sostiene- ya dispone de este mecanismo”, la mayoría de los nuevos buques serán propulsados por gas natural licuado, reduciendo considerablemente el impacto medioambiental, puntualiza.
Daniel López Marijuán, portavoz de Ecologistas en Acción, cuestiona los scrubbers. En un texto remitido a los medios de comunicación los califica de “falsa solución porque no actúan sobre todo el abanico de contaminantes, salvo el dióxido de azufre y los óxidos de nitrógeno”.
López Marijuán admite que, pese a los estudios que indican que un crucero contamina lo mismo que 100 millones de coches, no es la principal causa de polución en la ciudad. “Las tres estaciones instaladas en la Bahía (Cádiz, San Fernando y el Río San pedro, en Puerto Real) indican que las emisiones están por debajo del límite legal”, reconoce. Pero eso no obsta, añade, para que se establezaca “un mayor control”. Y pone de ejemplo el sistema de control por dron para monitorizar el rastro del óxido de azufre “por el uso de fuel oil marítimo apestoso” en la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA).
Con respecto a las acciones previstas en Cádiz, valora que la APBC tenga en previsión la implementación pionera del suministro eléctrico a buques en muelle, que rebajaría el uso de combustible.
Efectivamente, la APBC hizo un primer estudio y análisis de la viabilidad técnica y económica de ese servicio, que concluyó que la tecnología Onshore Power Supply (OPS) sería la más adecuada para la dársena de Cádiz, conectada a la red eléctrica genral, frente a la Off-Grid Shore Power (OGSP), que genera energía in situ a partir de gas natural licuado.
Según fuentes portuarias, ya hay una empresa interesada en su desarrollo, que ha redactado un proyecto y ha preaparado, asimismo, la documentación para solicitar ayudas para su ejecución, dado que solo en infraestructuras es preciso invertir 7,5 millones de euros para instalar la infraestructura necesaria. En total, se produciría una potencia mínima de 6 MW, frecuencia al menos en 60Hz y tensión mínima de 6,6 KV para los muelles Alfonso XIII, Reina Sofía y Ciudad.
Hasta 600 víctimas por los malos humos
La Línea, Cádiz, Algeciras, Sanlúcar, San Fernando, El Puerto, Jerez y Chiclana se encuentran entre las 858 ciudades europeas con mayor mortalidad atribuible a la calidad del aire. El estudio, liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), apunta que, si todos estos municipios redujeran las emisiones de los dos agentes contaminantes estudiados, partículas finas (PM2,5) y dióxido de nitrógeno (NO2), se podrían evitar entre 136 y 600 muertes prematuras al año.