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La gran noche de Manuel Alejandro en El Hormiguero

"Siempre huí de la música americana, me fijaba más en los palos del flamenco de Jerez", reconoció el compositor jerezano en una entrevista repleta de anécdotas

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  • Manuel Alejandro muestra el bolígrafo con el que ha escrito sus más de 600 letras desde 1967. -
  • Manuel Alejandro se emocionó recordando a su mujer Purificación, que falleció en marzo por Covid y su inspiración los 57 años que estuvieron juntos

Aclamado por el público, como la gran estrella que es y como el compositor vivo más importante de la música española, mientras sonaba Mi gran noche. Y vaya si lo fue. Así hizo su aparición el gran Manuel Alejandro en El Hormiguero 3.0, que tuvo el lujo de contar con su presencia en una entrañable entrevista que se convirtió en Trending Topic en Twitter y tuvo a varias generaciones pegadas al televisor para escuchar a nuestro jerezano más universal. 

El “escribidor de canciones”, como él mismo reconoció en el espacio de Pablo Motos, se metió al público en el bolsillo desde el primer instante. Llegó pisando fuerte, pese a su reciente operación de una pierna, y entre la infinitud de anécdotas de su trayectoria y de sus canciones, que forman parte de la banda sonora de nuestras vidas, también fue generoso con su tierra, con la que tuvo varios guiños, empezando por el Xerez Club Deportivo. “Si me habéis visto cojear es porque me he operado porque me reclama el Xerez, que quiero que vuelva a Primera”, dijo sonriente. El propio Xerez Club Deportivo aprovechó para responderle en Twitter: “Hola Manuel Alejandro, hasta el 31 de enero no cierra el mercado. Seguro que @rverdu21 tendrá muy en cuenta el ofrecimiento. Seguimos luchando por VOLVER. ¡Lo conseguiremos y tú nos compondrás una preciosa canción”.

 

 

A un mes para cumplir los 90, el autor de los grandes hitos de Rocío Jurado, Julio Iglesias, Raphael, Jeanette, El Puma, Luis Miguel o Alejandro Saz recientemente, entre una larga lista de más de 600 letras para los artistas más reputados, repasó sus inicios, su relación con los cantantes, con los que reconoció que procuraba tener la amistad “justa” para tenerlos “en un pedestal”. “De alguna manera me tengo que enamorar de ellos”, explicaba para referirse a la historia de grandes éxitos como Se nos rompió el amor, de Rocío Jurado, o Lo Mejor de tu vida de Julio Iglesias, sobre sus respectivas rupturas matrimoniales. “Las canciones te la dan los instantes, me fijaba en la vida de las personas, de cada cantante”, explicaba.

Todas, absolutamente todas sus canciones desde el año 1967 - desde Yo soy aquel, la canción número “veintitantos” de las 100 compuestas a Raphael y, que “lo cambió todo”, a la reciente Y ya te quería compuesta a su ahijado Alejandro Sanz-, tienen un denominador común: aparte de ser hijas del mejor compositor de la historia, están escritas con el mismo bolígrafo. Se trata de un modelo dorado de la marca Parker que mostró en el programa y que también está cargado de significado, y no solo por las letras que plasmó en el papel con él. Como contó, lo llegó a perder hasta en dos ocasiones. La primera vez en un hotel de México, donde tras comentárselo al director antes de marcharse muy disgustado, este último “reunió a toda la plantilla antes de irme y les dijo que todos serían expulsados si no aparecía y…apareció”.

La segunda vez fue más aparatoso. Ocurrió durante su estancia en casa de Julio Iglesias en Miami, cuando le estaba preparando uno de sus discos. “Me iba al embarcadero a leer y anotar cosas, cuando se me cayó al agua. Julio llamó a un equipo de entre ocho y diez buzos para que lo buscaran”. Y lo encontraron. Y es que ya lo dijo: “no he escrito en la vida con una cosa que no sea esto”, dijo mostrándolo orgulloso. Siempre está encima del piano, que toca más de dos horas al día, y va con él a todas partes. “Está movido”, contó sonriente

 

 

Su sonrisa solo se le torció cuando recordó a “mi gran inspiración”, su esposa Purificación Casas, fallecida en marzo de 2021 por Covid, y con quien compartió 57 años de su vida. “La primera canción que le dediqué fue Yo soy aquel, indicó emocionado sin poder contener las lágrimas. Fue el único “pero” que tenía anoche, que ella no pudiera verle por televisión porque era seguidora del programa. La última canción suya que escuchó pero “en la maqueta” fue Y ya la quería para Alejandro Sanz “pero no llegó a oírla en la voz suya”, lamentó.

Manuel Alejandro no se olvidó de sus raíces, mencionando en varias ocasiones a su tierra, de la que se marchó con 20 años. Dos décadas más que suficientes para marcarle en la creación de sus canciones. “Yo siempre huí de la música americana. Sino, no me sale esto que hago. Me fijaba más en los palos del flamenco de Jerez, de mi tierra, donde estuve viviendo hasta los 20 años y el 80% de la vida de mis canciones eran esas letras flamencas del cante jondo. El pellizco era increíble. Yo vivía en el barrio de los gitanos y los oía en la madrugada cuando volvían borrachos de los tabancos y se quedaban debajo de los balcones nuestros y cantaban las soleás, las seguiriyas... era increíble. Y luego por la mañana me levantaba mi padre (nada más y nada menos que el maestro Germán Álvarez Beigbeder) con la tocata de Schummann y la fuga de Bach”. 

Tampoco tuvo problemas en contar cómo era el proceso de creación de sus letras, sorprendiendo a más de un espectador, cuando explicaba que se sentaba en el piano con sus canciones prácticamente hechas en los instantes en los que le venía la inspiración. De esta manera, y sin perder detalle también del momento personal por el que pasaban sus artistas, nacieron éxitos Como yo te amo, Si amanece, Soy Rebelde, que seguimos y seguiremos cantando. Así hasta más de 600 canciones "menos Macarena y el Corazón Partío, que son las dos que han dado más dinero", bromeó entre risas. Larga vida al genio.

 

 

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