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La Tribuna de Nertis

La doble cuesta de enero

Rosario Álvarez, abogada de Nertis, escribe sobre la cuesta de enero, este año, doble cuesta deenero

  • Los integrantes de Nertis. -

Empieza el nuevo año y, además de la cuesta de enero, nos encontramos con una nueva cuesta a superar. Si no teníamos suficiente con todo lo que desde marzo de 2020 venimos viviendo, ahora estamos sufriendo otras consecuencias indirectas que produce la famosa sexta ola causada por ómicron.


Vemos cómo se van agotando una a una las letras del alfabeto griego para darle nombre a cada una de las variantes del Covid 19, pero lo que se está dejando de nombrar son otros efectos que se vienen produciendo exponencialmente en el inicio de este nuevo año.


Me refiero a los daños que está sufriendo el tejido empresarial y que van aumentando de la mano con la subida de los contagios. Multitud de bajas laborales provocan que las plantillas de trabajadores se vean mermadas hasta el punto de no poder atender sus compromisos con clientes, establecimientos obligados a cerrar temporalmente al no tener empleados para dar servicio a los usuarios, una suerte de empresas fantasmas que tratan de sobrevivir a duras penas.


Y a ello añadirle la picaresca a la que fácilmente pueden acogerse personas que no sean del todo profesionales y que es alentada por la lentitud y, en muchas ocasiones ausencia, de los servicios sanitarios en cuanto a la realización de las pruebas procedentes. La falta de garantías del actual sistema, sin duda, puede favorecer este tipo de situaciones.


Hablamos de un volumen de bajas sin precedentes y de unos empresarios aguantando con recursos que, lógicamente, no son infinitos.


Estamos ante un problema real y generalizado que, para determinados sectores, de alargarse más de la cuenta, llegará a herir de muerte sobre todo a muchos pequeños y medianos empresarios. Y también para el campo (por desgracia, el gran olvidado).


Resulta obvio que esta situación complicará la recuperación tan ansiada por todos, pues no se puede olvidar que, además de tener salud física, es ineludible tener también salud económica. Hay que cuidarla frente amenazas de este calibre.


Y, por si fuera poco, los atisbos de un conflicto bélico fruto de una crisis geopolítica que, esperemos, se resuelva más pronto que tarde en sede diplomática.


Sin duda estamos ante un problema muy real que ha de ser atajado de alguna forma, pero, desde luego, no a costa de asfixiar a quienes llevan a sus hombros el emprendimiento en nuestro país.

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