Los servicios municipales aconsejan “evitar el consumo descontrolado y sin planificar”, haciendo una lista de los productos que verdaderamente se necesitan. Asimismo, se reseña que las rebajas “lo han de ser de precios, nunca de derechos ni de calidades”, siendo necesario distinguir la venta en rebajas de otro tipo de ofertas, como los saldos o las liquidaciones.
Las rebajas deben contar con las mismas garantías y las mismas políticas para cambios y devoluciones que los artículos adquiridos antes de este periodo, debiendo contar los productos con el doble etiquetado, en el que aparezca el precio anterior y el rebajado, legible en castellano. En el caso de la ropa, las etiquetas deben incluir instrucciones de lavado y planchado, e informar de los materiales de confección y los datos de la empresa fabricante.
Los productos rebajados deben ofrecer igual calidad a menor precio, siendo artículos de temporada que estén en perfectas condiciones. Si un establecimiento admite devoluciones, también deberá hacerlo en época de rebajas, o de lo contrario, advertirlo.
Garantía
Igualmente, los establecimientos que admiten el pago con tarjeta de crédito durante todo el año están obligados a hacerlo también en esta época, sin recargo sobre el precio, recomendando a los consumidores que guarden siempre el ticket de compra. Además, si el cliente compra un electrodoméstico ha de exigir que le otorguen el mismo periodo de garantía que en un periodo normal.
