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Sanlúcar

José Luis Rangel da a conocer su nuevo libro

Se titula Torrecastillo, una novela ambientada en las viñas de Sanlúcar

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  • José Luis Rangel con su nuevo libro, Torrescastillo, en el campo que tiene en su domicilio -
  • No se aparta de esos temas locales que conoce en profundidad y están presentes en toda su bibliografía
  • El ambiente de los tajos en el campo donde la cháchara y la porfía vulgar se alternaban con los asuntos más serios de la actualidad
  • El autor coloca a sus personajes en una de esas haciendas vitícolas que se reparten por la campiña

No corren los mejores tiempos para embarcarse en aventuras literarias. Las nuevas tecnologías de la comunicación y la diversidad de formas de entretenimiento no constituyen el mejor ambiente para abrigar grandes esperanzas en el índice de lectores. Pero escribir es una pasión de la que no es fácil liberarse, ¿y qué sentido tendría hacer literatura sin que lo escrito pueda llegar a las manos de quienes leen?

Esta parece ser la reflexión de José Luis Rangel, asiduo colaborador de este semanario (Sanlúcar Información) desde su fundación, para lanzarse a la publicación de un nuevo libro sobre temas sanluqueños.

En la obra de  Rangel, casi siempre ambientada en la cultura popular más genuina, hay títulos tan sugerentes como anécdotas y curiosidades sanluqueñas (del que se publicaron dos ediciones, ya agotadas), antigüedades sanluqueñas, El Reloj Intruso, De Todo un Poco, El ingeniero, La Canoa, Sanlúcar sobre Ruedas y Los Topógrafos. 

En Torrecastillo, el nuevo título que presenta, suautor tampoco se aparta de esos temas locales que conoce en profundidad y están presentes  en toda su bibliografía. El ambiente de los tajos en el campo  donde la cháchara y la porfía vulgar se alternaban con los asuntos más serios de la actualidad, las inquietudes de unos, las experiencias (a veces  tristes, a veces divertidas) de otros y toda minucia de la vida sanluqueña en la segunda mitad del pasado siglo.

Para llevar a cabo esta recreación novelística, coloca a sus personajes en una de esas haciendas vitícolas que se reparten por nuestra campiña, con todos  los elementos semi feudales que les son propios: el caserío con su capilla, el viñedo circundante, el señorito a la antigua usanza, el capataz con sus atribuciones, el costero con sus recados… Todo un elenco de personajes cercanos donde tampoco faltan aquellos emigrantes que regresaban al pueblo una vez al año para reunirse con sus familias (y de paso aumentarlas), viñadores de siempre, peones ocasionales, buscavidas de los baldíos y algún ilustrado contestatario, entre los cuales todos encontraremos retratado a algún pariente o vecino.

Torrecastillo también podría ser Las Animas, El Cuadrado, Cerro Viejo o cualquier otra de las fincas comarcanas que integran el señalado Marco de Jerez; lugares comunes donde concurren esos tipos humanos tan variopintos que pueblan la mejor literatura de nuestro autor sanluqueño.  

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