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?El dinero prometido para la Escuela de Artes no ha llegado?

?La estructura actual y el cuidado del edificio se puede decir que es tercermundista?

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  • Luis Sánchez Maraia es el profesor de Diseño de la Escuela de Artes de Algeciras. -
Luis Sánchez de forma prudente, comedido y con tacto, muestra su preocupación por la situación de abandono en la que se encuentra la Escuela de Arte de Algeciras.

—¿Su procedencia?
—Nací en Algeciras y me crié y vivo en Carteya, fui al Calasanz, luego al Santa Teresa y los estudios de BUP los hice en el Isla Verde. Después me voy a hacer Bellas Artes a Sevilla. Y cuando estoy acabando los estudios tuve una breve etapa como pintor. Pero consideré que no era un oficio para que me diera de comer.
—¿Qué hizo después?
—Vuelvo a Algeciras para hacer la Objeción de Conciencia durante unos nueves meses en la Fundación José Luis Cano. Cuando llegué estaban en el inicio del proceso con ordenadores y fui el creador del logotipo de la Fundación de Cultura José Luis Cano.
—Finalizada la Objeción, ¿dónde trabajó?
—En una imprenta de San José Artesano que se llama Impresur. Y es donde comencé a adquirir conocimientos técnicos, porque en la Universidad no enseñaban las aplicaciones de ordenador y nada parecido.
—¿Cómo le fue?
—Muy bien porque en esa imprenta cultivé el oficio desde abajo al estar en contacto con las máquinas. Después trabajé como diseñador en Montes Comunicación, entré muy verde pero tanto la empresa como yo fuimos creciendo, hasta montar un equipo con cinco diseñadores siendo yo el director creativo, estando unos seis años.
—¿Nuevo rumbo profesional?
—Después me fui a la aventura a Valencia con la que hoy es mi mujer Ana Carnicer. Fue una sorpresa porque estábamos al mismo nivel que los diseñadores de allí.
—¿Objetivos cumplidos?
—Estuve trabajando en sitios referentes a nivel nacional como es Pepe Jimeno y en Engloba. Mi mujer trabaja con Daniel Nebot. Estuvimos cuatro años hasta llegar al tope de pensar de establecerte por tu cuenta o asumir responsabilidades de cargos directivos. Pero al ser de fuera pensamos que nos costaría más trabajos y decidimos regresar.
—De nuevo en Algeciras, ¿dónde trabaja?
—Nada más llegar se convocan plazas para la Escuela de Arte y al verlo como una salida interesante me presenté sacando las oposiciones en el 2006. La vuelta a Algeciras me trajo mucha suerte porque me quedo en la Escuela de Arte dos años más tarde.
—¿Qué impresión le causó la Escuela de Artes?
—Estaba un poco aturdido no sólo por la escuela sino por dar clases. Y con el paso del tiempo cuando el problema de la enseñanza ha sido para mí menor me he ido dando cuenta de la situación de la escuela. ¿Qué me encuentro?, quizás como muchas cosas de Algeciras que tienen posibilidades enorme, pero estaba totalmente abandonada. Y si comparo las instalaciones de la escuela de Diseño de Valencia, la diferencia es tremenda al estar ésta muy por debajo.
—¿La escuela por su aspecto aparenta ser tercermundista?
—La estructura es de primer nivel y aquí estamos un grupo importante de profesiones muy capacitados que no somos tercermundistas, porque tenemos materiales mejores que en la escuela de Sevilla. Pero si es verdad que la estructura y el cuidado del edificio es tercermundista.
—Debido a la presión que desde diferentes sectores de la ciudadanía  se está haciendo a favor de la escuela, ¿los políticos se están moviendo?
—Cada vez que se habla que van a venir técnicos para revisar esto nunca nos han consultado las necesidades que tenemos. Porque cuando vienen los técnicos por primera vez y deciden el número de enchufes por aula, en un aula en la que tenemos quince ordenadores nos ponen sólo dos enchufes. Y la instalación eléctrica en la Escuela de Arte la han hecho tipo nave industrial, y creo que todo tubo de PVC  por el exterior es una especie de crimen para un edificio catalogado.
—¿Cuánto cursos lleva impartiendo?
—Este es mi cuarto año y los cursos que imparto duran dos años siendo imposible formar a los alumnos como a nosotros nos gustaría. Me gustaría que cuando de aquí sale un alumno saliera totalmente seguro de su preparación. Pero mis alumnos en diseño están consiguiendo a nivel nacional importantes premios. Porque en Algeciras el talento está pero hace falta para la formación encontrar un entorno adecuado.
—Frío hace más que en Siberia cuando le hago la entrevista en este tercermundista Salón de Actos de la Escuela de Arte, ¿cómo se las han ingeniado con la adversa climatología reinante?
—Tenemos varios problemas como es el frío en las aulas superiores, porque nos han roto todas las bovedillas haciendo un frío tremendo. Y al tener los techos tan altos en las aulas con pequeños calefactores no se quita el frío. Las cristaleras tan altas con las levanteras que tenemos es un riesgo tremendo porque más de una se ha roto.
—He observado que la Esuela de Arte tiene además más goteras que el Ayuntamiento de Algeciras.
—Yo apostaría que sí aunque desde fuera del edificio no se perciben, pero además aquí tenemos maquinarias muy delicadas, porque el agua cae sobre equipos eléctricos y si una gotera cae sobre un ordenador como ha ocurrido lo ha estropeado.
—¿Qué le diría a las autoridades políticas del Ayuntamiento y al subdelegado de la Junta Rafael España sobre la escuela?
—Pienso que si se han creado los ciclos nuevos con el afán de modernizar Andalucía, creo que van a quedar en nada por la falta de ciertos detalles. Y la cuestión es cómo vamos a conseguir que nos respeten, si luego no cumplimos lo que decimos, porque nuestros alumnos trabajan para cuidar el aspecto de las cosas, pero estudian y viven en un entorno totalmente descuidado siendo un contrasentido.
—¿Cuántas reuniones se han celebrado con políticos que vienen a hacerse la foto?
—He visto ya tres reuniones importantes. Y tenemos todos clavada la espina de una reunión que tuvimos con Rafael España hace tres o cuatro años, en las que nos prometió cuatro millones de euros para la escuela, después se quedaron en dos millones de euros. Pero el dinero prometido hace tres o cuatro años por Rafael España para la Escuela de Arte no ha llegado. Hace muy pocos días la Consejera de Educación de la Junta de Andalucía en una carta (si quiere te la enseño), decía que todos los problemas de la escuela en cuanto a infraestructuras estaban completamente solucionados y que no entendía las reclamaciones que se estaban produciendo.
—Creo que esta señora desconoce la realidad o nos están tomando el pelo.
—La escuela hay que conocerla por dentro. Y uno se percata como tú te has podido percatar de que realmente la escuela no está en condiciones.

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