Los policías locales no aceptan la reorganización que ha realizado el Ayuntamiento en las últimas semanas y ante la imposibilidad de lograr un entendimiento con la alcaldesa Ángeles Ariza está claro que han tomado la decisión de presionar a la primera edil a través de este sistema de bajas transitorias. Es obvio que en una plantilla de 57 agentes no es normal que un número tan alto esté de baja transitoria.
Pero aparte de la intencionalidad o no de estas bajas lo que está claro es que se está cometiendo una grave irresponsabilidad en torno a la seguridad de la Villa en estos días, tanto por una parte como por otra. Aunque el Ayuntamiento ha señalado que se trata de una situación transitoria y que no existe alarma para la población, debido también al apoyo de la Guardia Civil, lo cierto es que cualquier incidente grave podría sobrevenir estos días debido a la falta de policías locales en las calles del municipio; sobre todo en las horas nocturnas. Ante esta situación lo lógico y normal es que las dos partes se sienten a negociar de forma urgente para llegar al menos a un entendimiento de mínimos que garantice la seguridad en la calle en los próximos días. Es responsabilidad tanto de una parte como de otra de buscar lo más pronto posible una salida dialogada y consensuada a este conflicto.