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El campo malagueño celebra la lluvia, soportando una rentabilidad "desastrosa"

La agricultura y ganadería de Málaga facturó 701,55 millones de euros, un 1,6 por ciento más que en 2021, uno de los "peores" años de la serie histórica.

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  • Desde Asaja denuncian que la subida de la facturación no compensa los “asfixiantes” costes.
  • Las precipitaciones han conseguido “aliviar” la “dramática” situación
  • La recaudación de los tropicales caen un 29,5%, a pesar de mantenerse la producción.

La sequía estaba matando al campo malagueño. Las lluvias que de momento se mantendrán hasta este viernes, están “aliviando” la crítica situación. “No ha llovido lo suficiente”, pero están “contentos”, ha asegurado el presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de Málaga (Asaja), Baldomero Bellido. Con el agua caída se “ha cambiado la tendencia y esperemos que continúe”, ha deseado, calificando la borrasca Efraín como un “punto de inflexión” para los cultivos.

Con el problema del agua “paliado”, ahora toda la preocupación se centra en la subida de los costes. El sector agrario tiene que hacer frente a una subida del 270 por ciento del precio de la energía, un 40 por ciento en los plásticos y en los piensos, y un 230 por ciento en los fertilizantes.

La inflación ha ensombrecido el balance de la provincia. Si bien aumenta la facturación un 1,6 por ciento, hay que tener en cuenta que la comparación se hace con el 2021, año que registró una de las cifras “más bajas de la serie histórica”. En 2022, la facturación alcanzó los 701,55 millones de euros en agricultura y ganadería, pero con una rentabilidad “desastrosa”, ha lamentado Bellido. Esta subida es “engañosa”, por la comparativa con un ejercicio “muy bajo” y por el “sometimiento” a un incremento de costes “que están por las nubes”.

La agricultura aglutina la mayor parte de la facturación total, con 574,38 millones, un incremento del 0,74 por ciento. La ganadería suma 127,7 millones y un aumento del 8,97 por ciento.

Olivar y aguacate

Con 130.000 hectáreas, el olivar sigue siendo el cultivo mayoritario de la provincia. Este año ha registra una producción baja de aceite, en niveles algo inferiores a los de la campaña pasada, aunque los precios de “récord”, han sido “clave para incrementar la facturación”, un 30,85 por ciento. Son 230 millones, la tercera más alta de la historia.

Lo que está pasando con los cultivos tropicales es “doloroso”. La facturación ha sido de 104,15 millones de euros, un 29,5 por ciento menos, convirtiendo al 2022 en un “muy mal año, a pesar del mantenimiento de la producción”.

La campaña de aguacate ha estado marcada por un descenso generalizado de precios en el mercado europeo y, por ende, para el agricultor, mientras que el inicio de la campaña de 2022/23 está “desarrollándose mejor”. La facturación ha caído de 116,49 millones hasta los 76,38.

Para otros cultivos, como los cítricos, ha sido la “ruina absoluta”, por el “destrozo” en los precios por la importación y la gestión en los lineales, que ha dejado la naranja en “mínimos históricos”, con una facturación de 5,9 millones y un descenso del 70 por ciento, ha criticado Benjamín Faulí, secretario general Asaja.

En ganadería, en porcino blanco registra récord de facturación, 54’24 millones de euros, mientras que en el porcino ibérico se mantiene la situación. La leche de cabra se mantiene estable respecto a 2021 alcanzando los 39’12 millones de euros, pero sufriendo un acusado descenso en cabezas de ganado, situado en el 6’2 por ciento, cifra que “continuará descendiendo”.

Además, “continúa la caída libre” de la carne de chivo y supera “tristemente el último récord en negativo del año pasado”, con una facturación de 5’96 millones de euros.

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