En la Atención Primaria hay poco que celebrar y mucho que lamentar desde hace demasiado tiempo, antes incluso de la pandemia, el punto de inflexión para que los médicos que abren la puerta al sistema público de salud no levanten cabeza. Con estas perspectivas, no es de extrañar que el Día de la Atención Primaria, tanto en la capital gaditana como en el resto de la comunidad y otros puntos del país estuviera marcado ayer por las reivindicaciones de los sanitarios. El mismo día que el Sindicato de Médicos y Médicas de Atención Primaria (SMP) convocaba una nueva jornada “intermitente” de la huelga que mantienen desde el 20 de enero, lo cual consideran un “éxito” después de “reiteradas jornadas de paros” (siete días seguidos en enero) y tres meses, con una concentración en la capital por la tarde ante la sede de la Delegación de Salud, el Sindicato Médico Andaluz (SMA) consumaba su primera jornada de paros semanales de 12 horas (de ocho de la mañana a ocho de la tarde) convocados hasta el próximo miércoles 24 de mayo en toda Andalucía. Protestan por la no aplicación del acuerdo alcanzado con el SAS que fijaban el máximo de pacientes por consulta en 35 en médico de familia y 25 en el caso de los pediatras.
En el caso del SMA, sus movilizaciones se concentraron a nivel regional en Sevilla, en una manifestación que movilizó a más de 300 facultativos, según la organización, y que transcurrió entre el Palacio de San Telmo y la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS). A su regreso a Cádiz, Juan Benjumeda, de la junta directiva del SMA, reconocía que si bien el seguimiento de los paros “no está siendo masivos” , las cifras reales tampoco se correspondían con el balance de la Junta, que cifraba la respuesta en la provincia en un 3,38% en el turno de la mañana con 20 profesionales, y en 1,63% y seis profesionales en el de tarde.
“Los servicios mínimos son muy amplios -100% de las urgencias y el 30% de las consultas- pero nosotros (por el SMA) hemos contabilizado entre 30 y 40 médicos secundando la huelga por la mañana”, dijo, tras censurar que la Junta meta en el cómputo de los médicos que no fueron a la huelga los que estaban realizando los servicios mínimos. Desde la Consejería de Salud “respetan cualquier acción sindical” y defienden que “las negociaciones siguen abiertas”. Unas negociaciones en las que siguen sin incluir al SMP, que continúa sin contacto alguno tras tres meses de huelga. Pese a todo, advierten que están dispuestos a mantener sus protestas “y si tenemos que seguir, hasta final de año, con las elecciones generales, seguiremos si hace falta”, indican desde el sindicato. ¿Qué piden? Se sienten “maltratados” y reclaman más plantilla médica, un máximo de 20 pacientes por agenda para trabajar “con dignidad”, conciliación y fin de las jornada infernales de 24 horas seguidas, entre otras reivindicaciones.