Así lo señaló ayer el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, durante su comparecencia a puerta cerrada en la subcomisión de Economía del Congreso de los Diputados para explicar la intervención de CajaSur y su toma de control por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que preside.
Según los diputados que asistieron a la comparecencia, Aríztegui señaló que será necesaria una reducción de entre el 15% y el 20% de las plantillas, a lo que hay que añadir un porcentaje sin definir en las sedes centrales de las entidades, mientras que el número de oficinas se recortará entre el 20% y el 25%.
El pasado año, el escenario económico y la crisis provocaron que las cajas de ahorros redujeran en 2.500 su número de trabajadores y cerrasen casi 800 oficinas, hasta quedar en 24.200 sucursales.
En los parámetros calculados por Aríztegui se moverá la intervenida CajaSur, ya que deberá despedir a unos 550 trabajadores, según las estimaciones del Banco de España, que prevé inyectar esta semana en la entidad 800 millones vía emisión de cuotas participativas con derechos políticos y cerrar en las próximas semanas la adjudicación de la entidad.
Por la subasta de activos y pasivos de CajaSur han mostrado interés Unicaja, Ibercaja, Cajasol, BBK y el Banco Sabadell, además de BBVA y Caixa Geral, según fuentes financieras.
Por su pate, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, no desveló ayer si su entidad ha presentado oferta para pujar por Cajasur (intervenida por el Banco de España) y se ha limitado a afirmar que siempre ha sido partidario de “configurar una caja andaluza a través de una concentración tan amplia como sea posible”.
En la horquilla de recortes de empleo y sucursales citada por Aríztegui se han movido también las tres operaciones que ha tenido oportunidad de aprobar el FROB: la fusión de Caixa Catalunya con Caixa Tarragona y Caixa Manresa, la de Caja Duero y Caja España, y la de Manlleu con Sabadell y Terrassa.
Estas tres operaciones recibirán ayudas por valor de 2.155 millones de euros, aunque las alianzas y uniones en marcha elevan a entre 11.000 y 11.500 millones el importe que desembolsará el FROB.
Como ayer finalizaba el plazo para la solicitud de ayudas, las cuantías requeridas harán innecesario que el FROB se endeude de forma adicional, ya que contaba con cerca de 12.000 millones para atender las peticiones (una cifra que en cualquier caso podía elevar hasta 99.000 millones).
El fondo fue creado el pasado verano por el Gobierno para apoyar las fusiones o inyectar liquidez en las entidades que lo requieran con una dotación inicial de 9.000 millones, aunque emitió 3.000 millones en otoño antes de que Bruselas autorizara provisionalmente su uso.
Según fuentes financieras, los contratos de constitución de los Sistemas Institucionales de Protección (SIP) que se negocian actualmente –como la fusión virtual entre Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades– se deberán firmar antes de que finalice la primera quincena de julio.
Precisamente, ayer se conoció que la unión liderada por Caja Madrid y Bancaja estudia reducir en un 13% la plantilla total del grupo resultante a través sobre todo de prejubilaciones, lo que afectará a unos 3.400 empleados de casi 26.000.
La nueva sociedad tiene previsto también reducir el número de sucursales en algo más de 500, lo que viene a ser el 12% de su red total.