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Mentalidad de tiburón

El biólogo Charlie Sarria busca mentalizar sobre la importancia de este animal; está implicado en numerosas actividades para su concienciación

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  • Charlie Sarria, en una imagen de archivo -

Las vocaciones son como el primer amor: cada uno tiene el suyo. Los hay que han querido ser futbolistas, astronautas, periodista o simplemente han querido dedicar su vida a viajar. En las siguientes líneas conoceremos la historia de Charlie Sarria, un biólogo marino que tiene como afán principal en su vida conocer mejor la de un animal tan complejo y misterioso como el tiburón.

“Esta pasión me viene desde pequeño, como consecuencia de ese medio y morbo que nos infundaban las películas y los documentales sobre tiburones. Conforme fui leyendo vi que el miedo se convirtió en fascinación. Son animales muy eficaces como depredadores. Es una pasión infinita de la que a día de hoy puedo vivir”, reconocía Charlie en una entrevista para 7TV Málaga.

No se le escapa la fuerza por la boca, puesto que todo lo que dice se traduce en hechos. Hace ya años que anda metido en varios proyectos para la difusión y el conocimiento de los elasmobranquios. El primero de ellos fue fundar Condrik junto a otros dos compañeros mientras realizaba el máster en Tenerife. Esta ONG tiene como objetivo realizar una base de datos para conocer la ecología del tiburón y conservarlo. “Mediante una serie de cámaras que tenemos y carnada, el tiburón se acerca a dicha cámara y a partir de ahí intentamos conocer todo sobre él: si es macho o hembra, estacionalidad, de donde viene... Todo esto enfocado en poder protegerlo en un futuro”, destaca.

También ha tenido un interesante paso por las Islas Maldivas, lugar que le ayudó a entender mejor el comportamiento de otras especies que frecuentan esas aguas, pero que son más desconocidas a este lado del océano.

Pero vamos con la pregunta del millón: ¿habrá sentido miedo alguna vez al nadar con ellos? Digamos que la primera vez nunca se olvida: “Fue un tiburón martillo. Recuerdo perfectamente el momento de soltarme de la zodiac y decir ‘ya somos él y yo solos en el mar’. En ese momento todo lo que has aprendido en la teoría se desvanece. Me relajé y conforme entré al agua el tiburón se asustó y se fue”.

Otro de sus objetivos es concienciar sobre el abuso indiscriminado de su carne. Algunas especies, como el cazón o la tintorera están viendo seriamente amenazada su población como consecuencia de la pesca indiscriminada. “Más de un 50% de especies que existen bajo alguna categoría de protección. En España, la tintorera por ejemplo, la podemos encontrar en cualquier supermercado. Es un animal que  tarda mucho tiempo en reproducirse, en alcanzar la madurez sexual y que suele tener pocas crías. Además, por estar tan alto en la cadena trófica tiene muchos metales pesados en su interior, como el mercurio. No deberíamos comer estas especies porque regulan el ecosistema desde arriba y encima pueden llegar a ser nocivos para nuestra salud”, apunta.

Charlie tiene la ilusión de convertir a Condrik en una organización de calado internacional. Más allá de esto, su mayor ambición reside en las pequeñas cosas: “Me gustaría poder seguir viviendo del mar. Salir todos los días con el barquito a echarme al agua, es todo a lo que aspiro”. Vida junto a tiburones y una mentalidad como la de ellos.

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