Imagínese que es bombero y entra a extinguir un incendio en un lugar oscuro, donde la luz, como es normal, no funciona, y dónde hay abundancia de humo, además, lleva la mascarilla para no intoxicarse que limita la visión, unas circunstancias donde lo único que le salva y ayuda es contar con una cámara de visión térmica. Pues imagine ahora, que o no tiene ninguna, o que, con la que cuenta, solo tiene batería para cinco minutos. Es lo que han denunciado desde el Sindicato Andaluz de Bomberos que ocurre en Málaga.
Así, como ha relatado Pedro David Pacheco, vicesecretario general del citado sindicato a Viva Málaga: “hace falta una por camión, pero, actualmente no se cuenta con ellas”. Porque no se han repuesto, aseguran; porque, por ejemplo, en un incendio reciente una de las que quedaba se fundió, porque las que hay que tienen poca duración en su batería, y “debes ir con otra auxiliar, que haber como la enchufas cuando se gasta con los guantes y el uniforme”.
Pero, ¿cuál es la importancia real de este instrumento? Como nos indica Pacheco, sirven para distinguir, en circunstancias de poca visibilidad, si hay personas o mascotas que precisen auxilio, y también, donde se encuentran los focos del incendio, lo que permite atacarlo con más eficacia y más rapidez, así como evitar un exceso de agua, que en muchos casos, puede ser dañino para el resto del inmueble.
Además, una vez extinguido el fuego, permite localizar zonas caliente ocultas que pueden provocar que se reaviven las llamas.
Y no será, asegura Pacheco, porque no lo hayan comunicado, con entre 50 y 60 escritos, recalca, a las personas competentes, o porque no tenga conocimiento el propio concejal. Pero, los problemas no dejan de repetirse, ya que, según el representante del Sindicato Andaluz de Bomberos han venido vehículos nuevos, pero “sin complementos ni herramientas”, por lo que no disponen de las cámaras de visión térmica, además, “las antiguas, que ya se disponían de ellas, las que tienen las baterías estropeadas”, de modo, que no cuentan, como en su opinión debería ser, cada uno con la suya, sino más bien, “ahora casi sin ellas”.
Y para poner sobre la mesa que no hablan de ninguna frivolidad, sustentan la queja en lo ocurrido en fecha reciente en las tres discotecas que ardieron en Murcia, donde, el contar con cámaras térmicas ha sido fundamental.
