Así lo afirmó ayer el delegado de la Aemet en Andalucía, Ceuta y Melilla, Luis Fernando López, que ha presentado en rueda de prensa un balance meteorológico del pasado verano y del año hídrico (octubre de 2009-septiembre de 2010), así como una predicción general para el otoño en la Comunidad Autónoma andaluza.
Tras precisar que en los últimos años se están alcanzando “año tras año temperaturas más altas de lo normal”, ha dicho que así ha ocurrido este verano, “particularmente en Andalucía occidental y el interior” –todo el Valle del Guadalquivir hasta llegar a Jaén–, con mínimas muy altas en Sevilla, que registró un valor histórico de 27,1 grados el 10 de agosto, o en Melilla, con hasta 30,6 de mínima.
El verano ha sido “muy cálido” en la región, según López, con unas temperaturas medias que superaron en unos 2 grados los valores normales en Andalucía occidental y otros puntos, e incluso hasta 3 y más grados en agosto en zonas como Sevilla (3,4 grados por encima de sus valores medios).
Ha explicado que fundamentalmente se ha debido a que ha habido “una continuidad, día tras día, de una situación de olas de calor con temperaturas muy altas”, sobre todo las mínimas, si bien no se han batido récords de máximas.
En los lugares donde más se ha superado la media de esos valores normales, ha manifestado el delegado de la Aemet, ha sido “como una lengua de fuego que se fue extendiendo por la parte occidental y fue subiendo por el Valle del Guadalquivir” hasta su zona alta en Jaén, y así puntos como Andújar superaron los 43 grados varias veces.
En Granada, sin embargo, el verano ha sido “más suave”, al registrar por ejemplo en agosto una “anomalía” de temperaturas altas que sólo superó en 1,1 grados sus valores medios.
Por el contrario, Sevilla es la provincia andaluza que ha tenido “una anomalía de temperaturas más altas” en relación con sus valores normales medios, por lo que según los datos “ha ganado como la liga de este verano, ha tenido ese dudoso honor”.
