El Málaga CF ha anunciado la apertura de la primera fase de su Academia en Arraijanal para este lunes, y las reacciones vecinales no se han hecho esperar, sobre todo, porque se quejan de que la inauguración se produce sin que se haya cerrado el proceso de alegaciones, que varios colectivos tienen en preparación actualmente.
Así a juicio de Eduardo Castillejo, secretario de la Asociación de Vecinos Almar de Guadlamar y portavoz en el consejo territorial del distrito, “no hay por donde cogerla” ya que “no se sostiene desde el inicio de las obras son todo irregularidades”, por eso, asegura que no entiende que se inaugure una instalación publica con aforo para 1.500 personas y 300 vehículos “sin terminar el periodo de alegaciones medioambientales presentadas por los vecinos”.
Para Clara Arrebola de La Voz de Guadalmar, una asociación de vecinos en trámites de constitución, tampoco se entiende la premura en la apertura cuando hay alegaciones pendientes en materia de contaminación por ruido, uso de agua para el riego de los tres campos de fútbol y contaminación lumínica.
Son, tres campos de césped natural, un edificio con despachos, sala de prensa y cafetería, vestuarios y zona de aparcamiento, según ha anunciado el club, que crean una inquietud rayana a la indignación, ya que según Castillejo, no se han resuelto, por ejemplo los problemas de saturación del tráfico que se dan en la zona por la presencia también de centros comerciales; los generados por la situación del colector de aguas fecales y por el ruido que se genera en una instalación separada solo por un vial de las viviendas.
Arrebola ilustra también varios ejemplos de alegaciones no resueltas: en la licencia medioambiental “dicen que riegan solo un campo cuando vemos aspersores que riegan tres, para calcular el nivel de ruidos dicen que es zona industrial, pero hacia atrás es espacio natural y al otro lado hay vecinos con un nivel de ruido permitido es más bajo”, a ello, añade la contaminación lumínica que suponen los focos y que va a impactar en las viviendas.
De hecho, recuerda que hay “menos aparcamientos” (300) que capacidad en las gradas, (1.500 personas).
Castillejo, de hecho, insiste en el problema de movilidad que genera el crecimiento de Guadalmar, donde no faltan atascos diarios, especialmente intensos en fines de semana o fechas señaladas, pendientes desde hace años del desdoblamiento de la carretera del campo de golf. En definitiva, unas circunstancias que propician que el núcleo de viviendas sea “un tapón para el tráfico que se incrementará” de cara al futuro. Y que sucede, asegura, porque no se ha planificado la infraestructura necesaria antes de llevar a cabo la construcción.
Las razones de Ciriana
Pero hay más razones para poner en cuestión la inauguración y puesta en marcha de la primera fase de la Academia. Según indicaron a Viva Málaga desde la Asociación Ciriana, se puede revocar la licencia (quedan dos fases más por hacer) para seguir adelante con el proyecto si se incumple con el pliego de vondiciones, especialmente respecto al saneamiento y a la falta de solvencia, como se ha puesto de relieve incluso en el pleno municipal y como, según la representante del citado colectivo, Mari Cruz Torres se da en este caso.
Para Torres, ni el patrono único, el Jeque al Thani Al Thani es solvente, como se exige para continuar con las obras, ni se tiene encuentra la falta de solvencia de un club, el Málaga CF, que está intervenido judicialmente, lo que pone en jaque su capacidad económica, a lo que se añade, que entre las condiciones que permiten revocarla se halla el hecho de descender de categoría, como ya ha sucedido en dos ocasiones.
Pero además, a vueltas con la inundabilidad de la zona del Arraijanal en la que se sitúa la ciudad deportiva malaguista, Torres recuerda el informe sobre los riesgos y posibilidades de que se produzca un maremoto en las costas andaluzas (Visor del Plan de Emergencia ante el riesgo de Maremotos en Andalucía, Pemarea) que señala que estarían afectadas una zona de viviendas de Guadalmar y los terrenos donde se prevé llevar a cabo la segunda fase del proyecto. Y esto está avalado por un sistema de control elaborado científicamente por encargo de la Junta de Andalucía.