Soraya, la joven del barrio de Lagunillas en Málaga capital que vive a la espera del regreso de Mounir, el padre de sus dos bebés expulsado por decisión judicial el pasado mes de marzo, se encuentra cada día más desesperada porque no llega una resolución que detenga cautelarmente lo decretado anteriormente y permita su regreso junto a ella y sus hijas.
La defensa de Mounir mantiene que la expulsión cautelar ”nunca debió producirse dado el numeroso arraigo y vinculaciones que presenta el joven”, por lo que confía en que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), que estudia ahora sus recursos, permita el esperado reencuentro.
Su abogada, Melania Luque, relata a Viva Málaga la situación actual del caso: “Nos encontramos en la tramitación de dos recursos que van a ser estudiados por el TSJA, con sede en Málaga”, uno de ellos, basado en una cuestión técnica, “ya que el juzgado que dictó la expulsión donde el Juzgado entendía no quedar acreditada la representación de la Letrada; pese a ser solicitada su ratificación mediante los medios técnicos previstos, y negándose el Juzgado a llevar a cabo el mismo” cuando además, “existe presentado poder para pleitos efectuado en el Consulado General de España en Tánger”; el segundo “y más importante”, se refiere a la medida cautelar solicitada, que caso de ser estimada por dicho Tribunal, permitiría el regreso de Mounir con su pareja y sus dos bebés, la pequeña que ya conoció cuando fue expulsado y la otra niña nacida posteriormente, ya durante su ausencia.
Luque enfatiza que “esta joven madre se encuentran en una situación de desamparo hasta la fecha; en tanto sea resuelto definitivamente el caso, tras la celebración del correspondiente juicio, que no podrá llevarse a cabo inevitablemente en varios meses o años, habida cuenta el colapso que presenta la Administración de Justicia”.
De momento, por parte de la administración pública (Gobierno), a quien se le concedió traslado para efectuar alegaciones o impugnar ambos recursos, recientemente ha sido declarada por el Juzgado la preclusión de dicho trámite, al transcurrir el plazo legalmente previsto y no presentar alegaciones al respecto.