Así se ha manifestado el dirigente nacional del PP en una entrevista a Efe, durante la que además ha descrito el ambiente de optimismo que vive su formación precisamente con la mirada puesta en esos comicios, pues mientras los populares se han erigido "por primera vez" en una opción de Gobierno en las comunidades autónomas y en las capitales, los socialistas "están en riesgo" de perderlo todo.
Según su punto de vista, los candidatos del PSOE "son conscientes del deterioro muy alto" que sufre la marca política que representan, y ello ha instalado en sus filas unas sensaciones de "gran resquemor y gran malestar".
Con ese bagaje se presentarán los socialistas a las elecciones, lo que, para Arenas, les sitúa "en riesgo" de perder todo lo que gobiernan. Los candidatos del PSOE son también "conscientes" de ello, ha puntualizado.
Por el contrario, a tenor de las encuestas electorales que publican los medios y de los análisis internos que periódicamente redactan los estrategas del partido, el PP se encuentra ante la posibilidad de convertirse en la formación "con más responsabilidades de Gobierno" en la historia de la democracia, ha apostillado el presidente de la organización en Andalucía.
El primer test serán las elecciones autonómicas y locales, y después las generales, cuya celebración no descarta Arenas que se produzca este mismo año. Un adelanto, ha asegurado en la entrevista, "sería bueno para los ciudadanos".
Sin embargo, el dirigente de la formación que preside Mariano Rajoy prefiere huir del "triunfalismo y de la euforia", y así, a falta de cuatro meses para las elecciones, ha instado a sus compañeros de partido a leer las encuestas "con mucha humildad" y a "redoblar los esfuerzos" en explicar los tiempos que corren.
"Hay que decir que los tiempos difíciles no se han terminado y que nos esperan momentos complejos, así que los planteamientos eufóricos ahora son un insulto a los ciudadanos", ha añadido antes de indicar que, así las cosas, el PSOE tiene "muy difícil la remontada".
Con todo, Arenas cree que el Gobierno y el Partido Socialista procurarán revertir las malas previsiones que les otorgan las encuestas por medio del caso Gürtel, cuya instrucción judicial sigue en curso y sobre el que sigue pendiente la investigación de una supuesta trama de financiación ilegal del PP, al menos en la Comunidad Valenciana.
Preguntado por ello, Arenas se ha mostrado seguro de que "el Gobierno, desgraciadamente, manejará los tiempos" del citado caso "con la finalidad única de perjudicar al Partido Popular, no de buscar la verdad". En su opinión, así ha actuado el Ejecutivo durante los últimos meses y años.
Pero, ha afirmado el dirigente del PP, lo sustancial del caso Gürtel "ya se sabe", y ha quedado comprobado que "no hubo financiación ilegal" en el partido, sólo "personas que se han aprovechado de él" y que por ella tienen que asumir todas las consecuencias judiciales.
En este contexto, Arenas ha planteado la posibilidad de que PSOE y PP definan la figura del imputado en una instrucción judicial y realcen la presunción de inocencia, pues "aquí ser imputado es estar condenado en términos de comunicación y de política".
"Sería importante que el PSOE respete la presunción de inocencia de los dirigentes del PP y que los dirigentes del PP la respeten en los dirigentes del PSOE", ha resumido.
Asimismo, el vicesecretario de Política Autonómica cree que los comicios de dentro de cuatro meses supondrán un examen de los ciudadanos a la gestión del Gobierno y al contenido de la propuesta del PP.
Para Arenas, las próximas elecciones no serán un plebiscito a Zapatero o a Rajoy.
En una tesitura así, los populares parten con ventaja, ya que, a su juicio, han acreditado más eficacia y más credibilidad en la gestión de los principales problemas de los que hoy se quejan los ciudadanos.
La estrategia del PP está ya plenamente dedicada a la campaña electoral y aquellas polémicas internas que antecedieron y sucedieron al congreso de Valencia de 2008 están superadas, ha sentenciado Arenas, para quien todos en la organización arropan sin ambages a Rajoy con el objetivo de que llegue a La Moncloa.
