Tolerancia Cero una vez más ante las agresiones a médicas y médicos, y denunciar, son los dos mensajes más claros que ha reiterado María Ángeles Bernal, delegada de Atención Primaria del Sindicato Médico de Málaga (SMM), tras la última situación violenta con insultos y amenazas de muerte sufrido por una facultativa que se encontraba en el servicio de urgencias del Centro de salud de Almogía, pese a que el suyo es el de Puerto de la Torre en la capital.
Bernal ha incidido además en la exigencia de una manera específica de control cuando se trata de la dispensación de estupefacientes como las benzodiacepinas, que está detrás de este nuevo caso de ataque a una médica.
Según señalaron desde el SMM, una paciente asistió el miércoles 17 de abril al citado servicio de urgencias de Almogía exigiendo a la médica que le atendió la prescripción de benzodiacepinas, una medicación que la facultativa no le podía recetar por estar en este caso bajo el seguimiento de su médico de familia.
De hecho, indicaron, la profesional de urgencias pudo comprobar que constaba una consulta telefónica de la usuaria con su médico de familia realizada en esa misma jornada, quien le ofrecía una cita presencial porque necesitaba hacer un seguimiento y una valoración previas para poder seguir indicando el uso de dicha medicación; sin embargo, la paciente no fue a su centro de salud, sino al servicio de urgencias y ante la negativa de la profesional, la usuaria comenzó a amenazarla e insultarla a gritos y llamarla “hija de puta”, del mismo modo que le advirtió que iba a dar un puñetazo a su médico, así como descalificar y despreciar a los compañeros del centro de salud.
La doctora avisó al centro coordinador, cuya responsable le animó a denunciar los hechos y se personaron en el lugar agentes de la Guardia Civil, que controlaron la situación hasta que la paciente abandonó el centro.
La profesional, que no se encontraba bien anímicamente tras la agresión verbal, continuó realizando su trabajo en el horario laboral y ha interpuesto una denuncia.
Con este nuevo caso, en lo que va de año se han producido un total de 11 agresiones a médicos en la provincia de Málaga contabilizadas por el SMM.
A juicio de Bernal, “las agresiones a profesionales médicos en atención primaria están tomando un rumbo que es totalmente inadmisible, es algo que afecta realmente” y ve “un problema serio de nuestro sistema sanitario que no se aborde, que no se tomen medidas adecuadas para frenar esta lacra”.
De hecho, el SMM ha vuelto a exigir a la Consejería de Salud “que adopte una actitud seria con esta lacra”.
La representante del Sindicato Médico ha declarado que “es algo intolerable que se permita esta actitud por parte de algunos usuarios, afortunadamente no son los más, en los centros públicos sanitarios”. Asegura que además, “es algo recurrente porque ya son varias agresiones sufridas por los profesionales por no prescribir o estupefacientes o benzodiazepinas que son susceptibles de venderse en el mercado ilegal”.
Una cuestión recurrente a la que asegura que “hay que ponerle freno”, mediante una regulación porque, “no puede ser que tengan que estar los médicos controlando la dispensación de una serie de medicamentos que tienen un riesgo, y aparte de un riesgo social también, y tengan que someterse a esas humillaciones y a esas agresiones por algo que debe estar controlado de otra manera, por ejemplo, como las recetas de estupefacientes, que tienen que tener una inspección de farmacia”.
Bernal pide “poner condenas firmes que sean también acordes al daño causado”, por lo que seguirán con “nuestra campaña de tolerancia cero ante las agresiones y en apoyo a los compañeros que las hayan sufrido”, además de animar a todos los agredidos a interponer denuncia a la Policía.