En la grabación póstuma, el líder de Al Qaeda habla de las protestas populares en Egipto y Túnez, pero no menciona los alzamientos en Libia, Siria o Yemen, pese a que, según las autoridades, el mensaje se produjo a finales de abril.
El funcionario, que habló en condición de anonimato, consideró "desconcertante" que el terrorista "se subiera de repente al vagón de las protestas populares" meses después de su comienzo en febrero, y que sólo mencionara algunos de los países afectados.
La omisión de toda mención al alzamiento contra el líder libio, Muamar el Gadafi, a quien Bin Laden despreciaba públicamente, es un "enigma", consideró la fuente, que se pregunta por qué "no trató de inspirar" a Al Qaeda en el Magreb Islámico, el brazo de la red en esa región.
El respaldo de Bin Laden a las revueltas contrasta con la idea expresada en los últimos meses por el Gobierno de Barack Obama, convencido de que el triunfo de las protestas sin recurrir a la violencia representaba un "extraordinario golpe" a Al Qaeda, en palabras del secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates.
La última grabación de Bin Laden, que acostumbraba a comentar sucesos de actualidad y a emitir amenazas a Washington mediante vídeos y mensajes sonoros, fue hallada entre el material incautado por los militares estadounidenses en su residencia de Abottabad (Pakistán).
Es el segundo mensaje del terrorista que se difunde después de su muerte el pasado 2 de mayo, ya que pocos días después la página web islamista Shamikh1 publicó un texto elaborado por él, en el que amenazaba de nuevo al presidente estadounidense.
"Juro por Alá, que ha levantado el cielo sin columnas, que ni Estados Unidos ni quienes viven en Estados Unidos van a soñar con la seguridad antes de que la vivamos en Palestina y antes de la salida de todos los Ejércitos infieles de los territorios de Mahoma", señalaba Bin Laden en ese mensaje.