Antonio Romero Ruiz, el histórico dirigente comunista malagueño fallecido este viernes a los 69 años, era un líder jornalero en Andalucía en los años setenta que consiguió llegar a ocupar un sin fin de cargos públicos y orgánicos a lo largo de una amplia trayectoria hasta su retirada de la primera línea en 2008.
Trabajador del campo desde los 14 años, la vinculación con sus siglas políticas la ha mantenido hasta el final. En junio pasado acudía en Málaga a un mitin de la dirigente de la formación Sumar y actual vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.
Logró multitud de cargos, entre ellos en parlamentos e instituciones como el Consejo de Europa; nacido en 1955 en Humilladero (Málaga), fue uno de los fundadores del sindicato Comisiones Obreras en Andalucía y de su sector del campo.
Integrante más joven del Comité Central en el noveno Congreso del Partido Comunista de España (PCE), desempeñó numerosos puestos públicos en instituciones de casi todos los ámbitos y orgánicos en las direcciones de Izquierda Unida (IU) y el PCE.
El repaso a su carrera pasa por ser casi un inventario de instituciones públicas por la variedad de puestos a los que accedió a lo largo de 26 años, también las Cortes generales (Congreso y Senado), el Parlamento andaluz y el Ayuntamiento de Málaga.
Intervenciones sobre el GAL y el Caso Roldán
Tuvo intervenciones parlamentarias ante grandes asuntos como el GAL, en la comisión de investigación del caso Roldán o ante problemas de los servicios secretos y las mafias en la Costa del Sol y mostró su rechazo a la OTAN y las políticas militaristas.
Conoció a políticos relevantes en el Gobierno, entre ellos a los expresidentes Adolfo Suárez, Felipe González o José María Aznar, y a personalidades de nivel internacional.
Entre 1989 y 1995 fue diputado en el Congreso, donde ejerció como portavoz de IU en las Comisiones Parlamentarias de Defensa, Interior y Justicia y de Control de Radio y Televisión Española.
Participó activamente en la Junta Democrática y fue integrante de la Presidencia Federal, la Ejecutiva y el Consejo Político Federal de IU y coordinador general de IU en Andalucía entre 1997 y 2001.
Fue parlamentario autonómico de 1982 a 1989, los tres últimos años de ese período además senador por la comunidad autónoma, y en 2000 volvió a su escaño en la Cámara andaluza desde donde fue ponente de la reforma del Estatuto de autonomía.
Además se presentó como candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía en 2000 y fue secretario segundo de la Mesa del Parlamento andaluz.
El alcalde que no fue
Antonio Romero fue candidato a la Alcaldía de Málaga en 1995 y llegó a considerarse su "alcalde moral" cuando no pudo ser alcalde al no apoyarlo el PSOE, pese a que ambas formaciones sumaban mayoría absoluta, por lo que el poder fue para el PP.
Coordinador nacional que fue de la Red de municipios y cargos públicos por la Tercera República, era bien conocido, entre otras cosas, por su frases de valoraciones políticas a modo de llamativos titulares.
Una de sus aficiones, la de su amor a los galgos, la unió a una de sus preocupaciones políticas y bautizó a una de sus perras como "Malaya 1", en referencia a la operación de ese nombre que destapó una trama de corrupción en el Ayuntamiento de Marbella.
Sus compañeros lo consideran un referente de la izquierda y figura imprescindible en la lucha por la democracia, la justicia social y la igualdad en España y creen que su legado político y humano será recordado como ejemplo de coherencia, valentía y compromiso con la clase trabajadora andaluza y de todos los rincones.
Ahora recuerdan que el poeta Luis García Montero escribió sobre él: "Bajo la simpatía autodidacta y militante de un campesino andaluz puede esconderse la inteligencia en estado de gracia".