Aunque la reunión de Málaga tiene como objetivo presentar las líneas maestras del programa, los populares prefieren ir mostrándolo poco a poco según han reconocido fuentes de la dirección del partido, y tampoco se espera que Rajoy detalle mañana en la clausura muchos más compromisos de su acción de gobierno.
La secretaria general del PP y presidenta castellanomanchega, María Dolores de Cospedal, ha abierto esta mañana las intervenciones de los presidentes autonómicos del partido, que han cerrado filas para subrayar las bondades de Rajoy frente a un rival, Alfredo Pérez Rubalcaba, que en palabras de Cospedal es "el vicezapatero", y si gobierna "todo puede hundirse más".
Todo ello en una jornada en la que, en los pasillos, era patente el malestar de algunos ex parlamentarios que aún no saben si irán en las listas electorales del 20N pues, según han criticado, se han topado con el secretismo de la dirección del partido.
Entre las propuestas programáticas que este viernes ha contado el PP está la de reformar el Código Penal para poner la prisión perpetua revisable e impulsar una ley que proteja a las personas mayores de los "abusos" de grandes empresas como la banca o las compañías telefónicas.
La elección por parte de la judicatura de doce de los veinte vocales del Consejo General del Poder Judicial o la ya conocida promesa de recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad han sido otras de las propuestas confirmadas en esta jornada, en la que han quedado abiertos debates sobre otros planes que el partido aún no ha querido confirmar.
Es el caso de la limitación de los mandatos de los gobernantes sobre la que este jueves propuso hablar Rajoy, una iniciativa razonable para el partido porque obligaría a la renovación de proyectos, como ha subrayado la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.
También habrá que ver cuál es finalmente la propuesta en el programa para el nombramiento de los miembros del Tribunal Constitucional.
El PP ha dejado claro no obstante que le gustaría una fórmula inspirada en la del Supremo estadounidense -donde los jueces son nombrados por el Gobierno de forma vitalicia- porque se ha demostrado, según el portavoz de Justicia, Federico Trillo, que son independientes y no responden a la administración que les nombra.
No ha confirmado el partido si llevará finalmente en su programa la reducción de diputados que Rajoy propuso estudiar, aunque ya ha habido quien ha recogido el testigo: el presidente cántabro, Ignacio Diego, ha anunciado que propondrá a los partidos de la región consensuar una reducción del 10 por ciento de los parlamentarios regionales.
Tanto Diego como el resto de los presidentes autonómicos han insistido en que lo que necesitan sus regiones es que el PP logre también el Gobierno central para comenzar a salir de la crisis.
Como ha subrayado la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, quiere para su comunidad lo mismo que las demás, que los socialistas "se vayan cuanto antes".
"Todos esperamos con impaciencia la llegada de Rajoy al Gobierno, y los 45 días que faltan hasta el 20N se nos están haciendo a todos muy largos, eternos; el momento tiene que llegar pronto", ha añadido una eufórica Aguirre, que además ha señalado que la crisis tiene al menos una consecuencia positiva, la demostración del "fracaso rotundo y sin paliativos del socialismo".
Esta segunda jornada de la convención ha concluido con una reunión de Rajoy con los presidentes autonómicos para hablar de las dificultades que están teniendo para elaborar sus presupuestos al no haber prorrogado el Gobierno los estatales y no saber con qué ingresos cuentan para 2012.
Fuentes presenciales han explicado a Efe que Montoro ha pedido a los gobernantes regionales que hagan sus cuentas con mucha prudencia para que no haya mayores desviaciones presupuestarias.