Mayo es a las comuniones lo que julio a las piscinas. Si hay una imagen asociada al mes de mayo, además de las cruces y las flores, ésa es la del sacramento de la comunión, un agujero negro para la mayoría de las economías familiares y una tabla de salvación para los hosteleros de la ciudad. Cada fin de semana Jaén se llena de infantes vestidos de gala que celebran su primera comunión. Este año estaba previsto que fueran más de 1.100 niños los que recibirán el sacramento durante el presente mes en las 19 parroquias de la capital jienense. La Parroquia de la Santa Cruz, que celebró el año pasado 176 comuniones es nuevamente la que más niños y familiares está acogiendo y, según las previsiones, la que más celebrará cuando finalice el mes de mayo.
En cuanto al sector de la hostelería, aunque se mantienen los convites, se ha reducido notablmente el número de comensales respecto a otros años, si bien la tendencia a a baja es generalizada desde que comenzó la crisis. No obstante, estas celebraciones suponen una importante fuente de ingresos para aquellos establecimientos que organizan comuniones.
Gastos
Según la Unión de Consumidores, el gasto medio por comunión es de 3.600 euros. Los vestidos y trajes suponen el desembolso más importante. Por ejemplo, el de las niñas tiene un coste medio de 286 euros; el de los niños es más económicos, con precios que oscilan entre los 149 y 185 euros. No obstante, todo depende de cuánto quieran gastarse los padres en la celebración.
De cualquier modo, finalmente los protagonistas de las comuniones son los niños, que viven ese día como un acontecimiento especial para el que se preparan durante largos meses de catequesis en las parroquias de sus barrios y cuyo broche de oro vendrá de la mano de la procesión del Corpus Christi, allá por el 10 de junio.
