La comisión para la adaptación de la ordenanza de veladores de Sevilla, que se reunió a finales del pasado mes de mayo incluyendo por primera vez a vecinos y hosteleros con el objetivo de poner posturas en común respecto al articulado de la normativa, vuelve a reunirse de nuevo a partir de las 12,30 horas de este jueves 5 de julio, según la convocatoria, recogida por Europa Press, que se ha enviado a los actores.
Así, la reunión estará encabezada por el gerente de Urbanismo, Alberto de Leopoldo, y el director general de Medio Ambiente, Joaquín Peña. También se prevé la presencia del Defensor del Ciudadano, José Barranca, así como del presidente y el gerente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Sevilla --Pedro Sánchez-Cuerda y José Luis Camarero-- y de la presidenta de la plataforma 'Por el Derecho al Descanso', Dolores Dávila.
En declaraciones a Europa Press, la líder vecinal ha expuesto que, haciendo hincapié en algunos de los aspectos ya tratados --concreción del número de veladores concedidos, consideración de los mismos como figura emisora de ruido y horarios, donde prevé un "difícil" acuerdo con los hosteleros--, llevarán el caso de un local concreto del entorno de la Estación Plaza de Armas que ha sido denunciado por la Unidad Verde de la Policía Local durante dos fines de semana seguidos a altas horas de la madrugada.
Con motivo del primer encuentro, la administración local recibió peticiones tanto del sector de los hosteleros como de los vecinos afectados, que pasan, en el primero de los casos, por la imposición de horarios y sanciones "lógicos" y, en el segundo, por el refuerzo del aspecto inspector y disciplinario y por definir de manera exacta en cada local el número de veladores, figura a la que piden se considere como elemento emisor de ruido.
Sánchez-Cuerda indicó a Europa Press que el colectivo pretende que los residentes, como potenciales clientes de los establecimientos, queden lo más satisfechos posible y que no se genere ningún tipo de problema. "Iremos claramente en contra del que incumple la ley, pero primero hay que propiciar un fundamento lógico y que dé seguridad jurídica", expuso, expresando su preocupación por la imagen pública que el hostelero empieza a tener como profesional que incumple, cuando, ha explicado, el porcentaje de los infractores "no es ni del uno por ciento". "Ya quisieran otros gremios un grado tan escaso de problemas como el nuestro", ha manifestado.
Las principales reivindicaciones de la hostelería pasan por imponer un horario "lógico", frente a la actual pretensión de reducir el tiempo máximo de funcionamiento hasta las 1,00 horas, cuando con la ordenanza vigente se permitía hasta las 2,00, y en las Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) hasta las 23,00 horas.
La otra gran petición de los hosteleros sevillanos es que, estando de acuerdo en la tipología de las infracciones, se rebaje la cantidad en las puniciones más graves. La mayor de todas, de 120.000 euros, "supone la defunción de un bar pequeño, ya que se está aplicando la misma normativa que cuando se construye un hotel en un parque protegido".
Por parte de los vecinos, Dávila indicó a Europa Press que la idea fundamental para los afectados pasa por que la vigilancia de la norma debe ser "más estricta", ejemplificando en el espacio libre que en el acerado deben dejar las mesas. Así, reclaman que se defina con exactitud, caso por caso, el número de veladores con que cuenta cada local, sin que ello se mida por la concesión de un determinado área.
Asimismo, se muestran contrarios a la concesión de nuevas licencias en ZAS y piden que la agilización demandada por los profesionales se lleve a cabo sin obviar ninguno de los trámites pertinentes, así como que los permisos no se renueven en aquellos establecimientos que hayan sido incumplidores.
El aspecto disciplinario es el otro punto en el que 'Por el Derecho al Descanso' incide. "Queremos que se agilicen los trámites administrativos cuando se sanciona o denuncia al bar que incumple, y un mayor número de inspecciones", explicó Dávila, que también hizo hincapié en la conveniencia de considerar al velador como figura emisora de ruido y en la imposibilidad de colocar mesas delante de ventanas de domicilios en planta baja.
