Las bombillas incandescentes tradicionales dejarán de fabricarse en todos los Estados de la Unión Europea (UE) el próximo 1 de septiembre, conforme a la directiva comunitaria 2009/125, que apuesta por el diseño ecológico de los productos relacionados con la energía.
Estas bombillas, inventadas por Thomas Edison en 1879, son "poco eficientes" pues transforman el 95 por ciento de la electricidad que consumen en calor y solo el cinco por ciento restante en luz, según ha subrayado el director general de Osram, Cristóbal Ripoll.
Por ello, ha propuesto distintas alternativas a las bombillas tradicionales de filamento. Así, ha apostado por la utilización de bombillas halógenas, que ofrecen "luz más brillante y de aspecto muy natural" y son un 30 por ciento más eficientes.
Ripoll también ha defendido el uso de bombillas fluorescentes compactas -también conocidas como bombillas de bajo consumo-, que tiene "gran luminosidad" y suponen un ahorro energético de hasta el 80 por ciento. Sin embargo, ha destacado que "lo último en tecnología de iluminación" son las bombillas de led, ya que "su bajo consumo y larga vida" proporcionan un ahorro de hasta el 90 por ciento.