Los dos trabajadores despedidos de la empresa Sufi Cointer, la concesionaria de limpieza viaria del Ayuntamiento de Cádiz, cumplen este martes 16 días en huelga de hambre sin haber recibido noticia alguna ni de la empresa ni del Consistorio y aseguran que abandonarán la protesta readmitidos en sus puestos de trabajo "o con los pies por delante".
Tomás Calvo, en declaraciones a Europa Press, asegura que ya se les nota "bastante" físicamente las más de dos semanas que llevan en huelga de hambre en el edificio de sindicatos de la capital gaditana, habiendo perdido él diez kilos y su compañero ocho desde que comenzaron la protesta. Calvo, que recalca que "nadie" del Ayuntamiento ni de la concesionaria se ha puesto en contacto con ellos, subraya que estarán allí "hasta que aguantemos o perdamos la conciencia porque tenemos cuerda para rato".
De momento, Tomás Calvo detalla que pueden andar y mantenerse en pie, a pesar de que sólo ingieren agua y bebidas isotónicas, y que les están prestando asistencia médica diaria "mirándonos la tensión y el azúcar en sangre para controlar como vamos porque el cansancio se va acumulando y lo vamos notando cada día porque tenemos menos fuerzas".
Calvo indica que la peor parte se la están llevando los familiares de ambos. Se encuentran "muy mal psicológicamente y sufriendo mucho por nuestro estado, porque nosotros no hemos hecho nada, todo es inventado por una huelga que hicimos el pasado mes de julio", ha asegurado.
Así las cosas, sus compañeros de plantilla han planteado una huelga en el servicio a partir del próximo lunes día 15, al considerar que los dos despidos son una "represalia" por la huelga desarrollada por la plantilla el pasado mes de julio, durante la Gran Regata.
Ambos trabajadores llevan muchos años en el servicio, de hecho, uno de ellos acumula 32 años de experiencia y el otro, el portavoz de los trabajadores "que fue agredido en los días de la huelga", tiene 23 años de trabajo a sus espaldas"; según recordaban desde CCOO.
El secretario general de esta formación en Cádiz, Manolo Ruiz, aseguraba hace unos días que la huelga en el servicio de limpieza que se realizó del 23 al 27 de julio pasado fue "legal" y convocada "en tiempo y forma" para exigir el cumplimiento de un convenio firmado tres años antes entre empresa y trabajadores, "con el visto bueno del Ayuntamiento", porque la empresa "pretendía reducir las condiciones laborales, y aumentar la jornada".
Además, Ruiz reseñaba que la plantilla de Sufi Cointer se limitó a ejercer un derecho democrático como es la huelga, para defender un convenio colectivo en vigor, entendiendo que lo que pretenden empresa y Ayuntamiento es "disciplinar a los trabajadores con frases como el que se mueva, está en la calle".
La plantilla tiene el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT en cuantas acciones de protesta desarrollen como concentraciones y recogidas de firmas, así como una campaña informativa para explicar el conflicto a toda la ciudadanía y que compruebe como "no han tenido ningún escrúpulo en dejar a dos familias en el desempleo".