La mala situación económica de numerosas familias de la capital que necesitan ayuda de instituciones humanitarias no remite y la consecuencia es que los recursos para ayudar no pueden estirarse más.
Cáritas Diocesana gasta 3.000 euros semanales para comprar alimentos y entregarlos en su banco, que abre de lunes a jueves a partir de las 10:30 horas. Los recursos con los que cuentan son “insuficientes” para garantizar la continuidad de esta línea de ayuda, por lo que tienen que gastar una cantidad mayor para comprar más alimentos.
Y es que con la segunda fase de excedentes de alimentos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) han llegado a Cáritas Diocesana 222.000 kilos de alimentos, un tercio respecto al mismo período de 2011. “No nos es suficiente para abordar la demanda de alimentos que tenemos”, asegura el director de Cáritas Diocesana, Rafael López-Sidro.
El año pasado Cáritas recibió 900.000 kilos en las dos fases.
Según Rafael López-Sidro, Cáritas Diocesana atiende a 9.000 familias de la capital. “Ha aumentado las peticiones de ropa para niños, manteniéndose las de comida y pagos de recibo”, recuerda.
El presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Jaén, Diego Valero, ha asegurado que la institución ha recibido en la segunda fase del FEGA 463.000 kilos de alimentos.
Llegarán a las 130 instituciones de la provincia que trabajan con 35.000 personas. Como novedad, los lotes de productos de alimentación no perecederos incluyen aceite de oliva.
En el comedor de la parroquia de Belén y San Roque no disminuye la demanda y la media de cenas servidas en sus instalaciones para personas necesitadas es de 90. El pasado 16 de octubre se dieron 120 comidas y durante el presente mes, el día que menos cenas se dieron fue el 11 de octubre, con 63 personas.
Según el párroco, Juan Herrera, se están dando situaciones de familias enteras, en algunos casos con 10 miembros, que acuden al comedor para cenar.