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Jaén

Octogenario acusado de agresión sexual a una menor dice que "no la agarró" porque no ve "nada de nada"

Le piden seis años de cárcel

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El anciano octogenario acusado de agredir sexualmente a una menor de ocho años y de causarle lesiones el pasado mes de julio en el barrio de la capital jiennense de Las Fuentezuelas, L.A.F., ha asegurado que "no la agarró", del mismo modo que no ve "nada de nada", según ha declarado en el juicio haciendo patente la sordera que también afirma padecer.

   De esta forma, en la vista que ha acogido la Sección Primera de la Audiencia provincial, el procesado ha manifestado que puede ver en la calle "cuando hay una claridad muy grande". "No veo desde hace 15 años, por lo menos, y estoy operado de cataratas", ha argumentado. Así, ha reconocido, "la toqué y ya está, no la pude agarrar".

   Asimismo, a preguntas de la Fiscalía de si cuando toca "sabe diferenciar una persona de una silla", ha respondido que "no distingue nada". En cuanto al día de los hechos, ha explicado que "él no conocía a nadie". "Había un montón de nenas y a mí no me ha pasado nunca nada", lamentándose de que "sin hacer nada" se encuentre este lunes en un juicio.

   Por su parte, la víctima, que en estos momentos cuenta con nueve años de edad, ha relatado por videoconferencia que aquel día, el pasado 6 de julio, se encontraba al mediodía en casa de sus tíos y salió de la misma para sacar a pasear el perro. Entonces, "un abuelo quiso ver su perro y la cogió del brazo dándole muchos besos".

   Según ha comentado la niña, le tocó el pecho e intentó tocarle los genitales mientras la sujetaba fuertemente del brazo, aunque esto segundo no lo consiguió porque "se cogió el vestido" que llevaba puesto para evitarlo. Después, se enredaron las correas de los perros de ambos, aclarando la menor que esto se produjo tras la presunta agresión sexual.

   De este modo, ha manifestado que en un primer momento se acercó a ella diciéndole "qué guapa eres" y "cómo te llamas" añadiendo la expresión "qué buena estás". La niña no apreció que el anciano fuese ciego, si bien no le conocía. Tras los supuestos tocamientos, subió "muy nerviosa" a casa de sus tíos, adonde le contó a su tío lo ocurrido, con lo que ambos, junto a su mujer e hija bajaron a la calle para pedir responsabilidades al acusado.

   El anciano continuaba por la zona paseando a su can. Así, una vecina que pasaba en el momento de los hechos por allí ha declarado en la vista oral que conocía "de vista" al procesado, si bien vio que tenía a la víctima cogida de los hombros, aunque creyó que lo hacía para escucharla mejor porque padecía sordera. Sin embargo, no pudo ver los abusos denunciados a pesar de que sí vio a la niña llorar. Además, esta mujer ha coincidido en que "no estaba ciego del todo".
"EN ESTADO DE PÁNICO"

   De su lado, el tío de la menor ha señalado que su sobrina subió a su vivienda "en estado de pánico". "Una vez calmada, bajamos a la calle para identificarlo y denunciarlo". Según ha recordado, la menor señaló quién había sido y el acusado también "les vio, reconoció a la niña y se quitó de en medio". "Yo llamé a la Policía Nacional alertando al Cuerpo de que viniera corriendo porque el abuelo se iba", ya que "iba ligero".

   Agentes de la Policía que acudieron al lugar de los hechos han manifestado en la vista que el procesado les manifestó que "posiblemente" la había tocado, que "podía haberla tocado, pero que como no veía", no podía afirmarlo con rotundidad. Así, uno de ellos se ha mostrado convencido de que "no era invidente".

   La hija del acusado, que también ha declarado en el juicio, ha indicado entre lágrimas que su padre "es una persona intachable", pues siempre ha luchado por su familia "yéndose como emigrante a Francia". Además, ha argumentado que "estuvo con su madre hasta sus últimos momentos de vida" y que ha temido "que hiciera una locura" tras los hechos por los que se le acusa.

   "Pudo ser que la palpara cuando las correas de su perro y el de la niña se enredaron". "Mi padre no ve y así lo acreditan los informes de la Seguridad Social" que ella pidió como consecuencia del comentado incidente, pues ha admitido que hasta entonces "se había despreocupado de ello". Los peritos han manifestado que el procesado "no es invidente, aunque tiene una disminución ocular importante".

   Así las cosas, tanto la Fiscalía como la abogada de la acusación particular han elevado a definitivas sus conclusiones provisionales, con lo que han pedido seis años de prisión para L.A.F. por la comisión de un delito de agresión sexual y otro de lesiones en el juicio que ha acogido la Audiencia y que ha quedado visto para sentencia.

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