Un total de 46 mujeres han perdido la vida en lo que va de 2012 a manos de hombres con los que mantenían o habían mantenido una relación sentimental, aunque hay otros cuatro casos en investigación, de acuerdo con últimos datos oficiales a 26 de diciembre.
El año pasado a 26 de diciembre se habían producido 59 muertes, aunque el balance final de año arrojó una cifra de 61 víctimas. Desde que empezaron a recogerse estadísticas en el año 2003, han muerto 652 mujeres.
Del total de mujeres fallecidas en 2012, solo ocho habían denunciado a su agresor. Además, cuatro de las víctimas tenían medidas de protección en vigor que sus agresores incumplieron, uno de ellos sin consentimiento de la víctima y tres con su aprobación.
En cuanto al perfil de las mujeres, 36 víctimas eran españolas y diez extranjeras. La mayoría de las víctimas tenían entre 21 y 30 años (doce), entre 51 y 64 años (nueve) o más de 64 años (diez). Además, una de las víctimas tenía menos de 16 años y otra tenía entre 18 y 20 años. Las restantes tenían entre 31 y 40 años (seis) y entre 41 y 50 años (siete).
Por comunidades autónomas, la mayoría de los crímenes se han perpetrado en Cataluña (doce), Andalucía (seis), Comunidad Valenciana (seis) y Madrid (cinco); seguidas de Galicia (cuatro), Castilla-La Mancha (tres), Castilla y León (dos), Islas Baleares (dos), País Vasco (dos), Islas Canarias (dos), Asturias (uno) y Extremadura (uno).
Por su parte, 34 de los agresores eran pareja de la víctima y doce eran expareja o se encontraban en fase de ruptura. Además, 35 eran españoles y 11 extranjeros. La mayor parte de ellos tenía entre 31 y 40 años (13), más de 64 años (doce) o entre 51 y 64 años (nueve). Tras cometer crimen, doce de los agresores se suicidaron y otros nueve lo intentaron.
"LACRA SOCIAL"
En declaraciones a Europa Press, la directora de la Fundación Mujeres, Marisa Soleto, ha asegurado que estas cifras ayudan "únicamente" a ver una parte de la realidad de la violencia de género. Al mismo tiempo, ha señalado que, aunque el número de víctimas sea "más bajo que el de años anteriores", sigue revelando "la gravedad de un problema" que ha calificado de "lacra social". "Una sola muerte es una tragedia", ha aseverado.
Además, ha lamentado que haya "un porcentaje significativo" de asesinatos entre personas más jóvenes porque, a su juicio, muestra que "generacionalmente no se están produciendo avances significativos". "Hay que centrarse en un trabajo global, ya que no solamente estamos hablando de una forma de entender las relaciones entre hombres y mujeres digamos antigua o de generaciones pasadas, sino que la violencia de género sigue estando muy presente en las relaciones de los hombres y las mujeres jóvenes", ha explicado.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas, Yolanda Besteiro, ha recalcado que, aunque parezca "una cifra baja en relación con otros años", hay que valorarla junto a otros datos, como el menor número de separaciones y divorcios. A su parecer, en este tipo de situaciones "se dispara el riesgo por parte de las mujeres que deciden poner fin a su relación de ser agredidas o de ser asesinadas".
También ha subrayado que únicamente habían denunciado un 17 por ciento de las víctimas, frente al 25 por ciento de otros años; así como que la mayoría convivían con sus agresores. "Las mujeres están denunciando menos y se están separando y divorciando menos y conviven más con sus maltratadores, fruto del descenso de los recursos de las campañas de prevención y también por los recortes en atención a víctimas, sobre todo en algunas comunidades autónomas y en el medio rural, en donde se han cerrado casas de atención a las víctimas", ha denunciado.
En opinión de Besteiro, estos condicionantes se unen al hecho de que, por la crisis, las mujeres tienen "menos recursos para atender su situación de vulnerabilidad fruto de la violencia de género que están padeciendo" y "menos oportunidades económicas", por lo que no ponen fin a esa situación. "Optan por aguantar el maltrato, entendiendo que lo hacen por el bien de sus hijos y por tener las necesidades básicas cubiertas", ha indicado.
Por último, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María del Campo, ha lamentado que "la violencia de género subsiste" y ha incidido en que sus cifras hablan de 53 víctimas, así como de cinco niños muertos. Además, ha criticado que las cifras incluyan investigaciones en curso porque es "muy fácil" constatar si hay un caso de este tipo.
Asimismo, ha alertado de que normalmente el maltrato físico está precedido por el maltrato psicológico y que este "deja sin identidad a la víctima y genera lazos de dependencia fortísimos del agresor". En esta línea, ha recalcado que "muchas mujeres que sufrieron violencia de género contraen relaciones con otros hombres violentos" y que no se trata de "algo anecdótico", por lo que ha abogado por dar "atención integral" a las víctimas.