Ahora sí los cajistas casi pueden corear la permanencia de los suyos. Y es que muy mal se debe dar lo que resta de la Liga para que el Caja no continúe otro año en la élite del baloncesto nacional. Y todo gracias a la valentía del grupo y a la divina fortuna. Ayer, los de Aíto dieron un golpe sobre la mesa en San Sebastián ante un Lagun Aro en plena remontada.
Desde el inicio, los sevillano se alzaron con la batuta de un duelo a vida o muerte. En los primeros diez minutos, comandados por Satoransky y Sastre desde el perímetro, el Cajasol rentaba y se iba con seis puntos de ventaja (15-21). Antes del descanso, los de Aíto seguían atosigando el juego interior de los vascos y la renta continuaba (37-44). Igual fue el tercer periodo. La victoria parecía casi asegurada. Pero a falta de cinco minutos Lagun Aro se acercó tanto que igualó a falta de 20 segundos. Entonces, Mensah-Bonsu dio el triunfo merecido bajo el alero y de paso sitúa a los suyos casi en la tranquilidad.
Lagun Aro: Neto (11), Finley (5), Papamakarios (3), Woods (14) y Doblas (13)- cinco inicial- Rubio (4), Paunic (8), Ibekwe (4) , Salgado (13)
Cajasol: Sastre (15), Satoransky (16), Tepic (5), Bogdanovic (10), Trigueros- cinco inicial- Asbury (2), Balvin (6) Blackney (4), Holland (7), Mensah-Bonsu (12)
Árbitros: Pérez, Bultó y Rial.
Marcadores por cuartos: 15-21; 37-44 -descanso- 51-59; 75-77
Incidencias: 6.500 aficionados en el pabellón San Sebastián Arena 2016.
