Apática imagen y merecido castigo del Mallorca al Betis que en ningún momento mostró ganas ni capacidad para disputar con intensidad un choque definitivo para sellar la clasificación europea que para los aficionados béticos, tendrá que esperar.
Sobre el tapete el once inicial esperado por parte de Pepe Mel que volvía a repetir esquema con tres centrocampistas y con Pabón en el banquillo apostando tiempo después nuevamente por la pareja de extremos Juan Carlos-Campbell. Gregorio Manzano, jugándose la última bala en la Liga, puso en el césped lo mejor para intentar ganar.
Los primeros compases del envite dejaban mucho que desear en cuanto a ritmo y fútbol se refiere aunque eso sí; si había un equipo que tenía claro qué hacer era el Mallorca a pesar de lo atenazado de su juego, consecuencia lógica debido a su posición en la tabla clasificatoria.
Una intensidad local que chocaba frontalmente con la indulgencia visitante. De esa manera llegaron las ocasiones que cayeron por su propio peso y sólo Adrián con la colaboración del larguero evitaron que Víctor en primera estancia de cabeza y a continuación Hemed lograran en gol en el primer cuarto de hora que minutos después sí obtendrían los bermellones.
El delantero israelí tras desperdiciar otra oportunidad más frente al meta canterano del Betis, sí que aprovechó un error en el despeje del guardameta y la displicencia de la zaga bética para hacer el primer tanto de la noche en el minuto 21 de la primera parte.
Lejos de provocar alguna reacción en el cuadro bético el gol encajado, la realidad del campo mostraba a un Mallorca necesitado y con más hambre mientras los verdiblancos deambulaban sin ton ni son. Nefastos Salva Sevilla, Beñat, Mario y Campbell dentro de las limitaciones de todo el conjunto. El mismo costarricense sólo duró hasta el 38’, momento en el que Mel; desgañitado en la banda y visiblemente enfadado, optó por dar entrada a Dorlán Pabón en sustitución de Joel.
Sin ningún atisbo de mejora, únicamente Adrián y la escasa pegada de Hemed y en extensión de la delantera mallorquina eludió un escandaloso resultado al descanso.
Tras una lamentable primera mitad, parecía que el Betis arrancaba los segunda con nuevos bríos; sensación que no terminaba por refrendar completamente pues el Mallorca no dejaba de llegar al área bética con peligro.
Agotando el segundo cambio, el técnico madrileño sacaba del terreno de juego a Juan Carlos por Álvaro Vadillo cuya presencia revolucionó sensiblemente el partido otorgando más mordiente en el ataque y electricidad a un bloque de jugadores que se mostraban poco incisivos.
Giovani Dos Santos ponía los detalles de calidad sobre el césped del Iberostar mostrando el talento que atesora y a punto estuvo de cerrar en sus botas el partido en el 62’ de acertar su compañero Víctor la jugada entre el mexicano y Javi Márquez que estrellaba en el lateral de la red.
Casi sin merodear por los dominios de Aouate, dos jugadas aisladas en una aparición de Chica por banda y otra de Vadillo que no cazó Pabón de milagro, copaban la paupérrima capacidad por parte del conjunto verdiblanco de desarrollar oportunidades claras de gol.
El pitido final daba por finalizado un encuentro para el Betis sin duda, a olvidar.
