El tiempo pasa inexorablemente y hace que las salas que acostumbran a programar música en directo comiencen a dar paso a las terrazas y espacios al aire libre. La Caja Negra, uno de los templos de culto del rock sevillano, celebró el pasado domingo el último concierto de la temporada de su banda residente, que domingo tras domingo durante todo el largo invierno ha ofrecido gratuitamente para miles de aficionados a la música.
La celebración comenzó con un concierto de los alumnos de la escuela de rock Caderón. La cantera musical sevillana goza de buena salud y prueba de ello fueron varias actuaciones que hicieron las delicias del público asistente y llenaron de orgullo a sus profesores, dos de ellos miembros también de la banda de La Caja Negra. Esta formación cogió el relevo, comenzando su postrero concierto.
La noche iba adquiriendo tintes muy emotivos. Pájaro y sus fieles escuderos, Raúl Fernández, guitarra; Roque Torralva, batería, y Pepe Frías, bajo, entonaron varios himnos de la música sevillana como los históricos Baila cadera, Sureños o el Pudridero del recordado maestro Silvio Fernández Melgarejo, para ir calentando a los ya muy numerosos espectadores, que ávidos de buena música y sensaciones fuertes, jalearon a los músicos, que continuaron con su repertorio.
Entre el respetable se encontraban varias generaciones de músicos sevillanos, desde los veteranos Manuel Imán, Juanjo Pizarro, Loren, Charlie Molina, Manuel R. Dastis o Paco Martínez hasta los noveles, futuro inmediato o casi presente, integrantes de las bandas sevillanas Triana Paraíso Fiscal y Sttoping Place.
Pájaro, excelente maestro de ceremonias, fue dando paso uno a uno a los muchos invitados que se dieron cita en el local. El primero en ser llamado fue Manuel R. Dastis, guitarrista y segunda voz de los míticos The Vagos, que con su violín dio una pincelada algo country a la noche. El siguiente fue su compañero de banda Charlie Molina, que lo acompañó y cantó para todos los presentes. Loren subió al escenario para entonar el rock de Cayetano, de Pata Negra, que terminó de subir la temperatura y los decibelios.
A continuación Sammy Taylor y Juanjo Pizarro recordaron a sus satánicas majestades con algún clásico para que después el hijo de Silvio hiciera bullir la sala con el tema que su padre hizo famoso, Rezaré.
Manuel Imán no pudo aguantar entre el público y subió al escenario para acompañar a estos músicos, que a esas horas estaban como poseídos por el dios de la música, conectando con un público ya en ese momento incondicionalmente entregado.
Último concierto de la banda de La Caja Negra de la temporada, pero todavía quedan algunas actuaciones en lo que queda de mes de mayo, Pinocho Detective, y junio, con actuaciones como la de Guanipera; Raro, que presentará EP junto a los Sentíos, Marta Santamaría; Quentin Gas, versionando a Nirvana; Carlos Galán; Brown Sugar de la Frontera e Iratxo, entre otros.
El calor hará que, irremediablemente, los adictos a la música busquen parajes más frescos donde saciar su hambre de sonidos, pero cuando el estío vuelva a abandonarnos, La Caja Negra volverá con fuerza y una programación muy cuidada para acometer una nueva temporada musical.
