Algeciras y Lucena impusieron ayer el orden de sus defensas y preservaron un empate sin goles que no termina de saber bien, pero sí evita a los albirrojos el mal sabor de boca que hubiera supuesto una derrota en casa. No es que los cordobeses asustasen demasiado, más bien nada, pero un final de partido algo inestable pudo deparar cualquier cosa.
El Algeciras, que tuvo el balón, no en exceso la falta de frescura en ataque. Voluntarioso y entregado, como siempre, al equipo algecireño le faltó la claridad de ideas que suele aportar Javi Chico, sacrificado esta vez a las tareas defensivas. No encontraron esa luz Iván ni Alfaro, ambos abnegados en su pelea, pero sin acierto, lo que provocó las primeras críticas abiertas al segundo de ellos.
Aguerrido como siempre, Harper no encontró quien le secundara, salvo algunos destellos de Melchor, que mandó al larguero (75’) la mejor ocasión de los locales, su único remate a puerta. Borja puso algo de chispa con su entrada, pero a esas alturas el equipo estaba tan fundido físicamente que apenas dio para defenderse del amago de arreón visitante encabezado por Javi Salero.
El Algeciras, más suelto mientras anduvo fresco, en la primera parte, y encontró el área rival con un disparo abajo de Harper (7’) al que respondió bien el meta cordobés. Incluso se pidió mano en el área lucentina, aunque en esa misma jugada, la contra terminó con un disparo de Pepe Díaz que se encontró con Romero. En el 20’ el colegiado, malo hasta decir basta, no quiso pitar penalti en un empujón de Santacruz sobre Melchor en un salto en el área. El encuentro fue a menos durante el resto de la primera mitad, con un Algeciras dominador, pero sin ideas en ataque, y un Lucena solvente atrás y que tampoco encontró la ocasión a la contra hasta la reanudación, cuando de nuevo Pepe Díaz (47’) obligó a lucirse a Romero.
Conforme flaqueaban las fuerzas el fútbol se fue diluyendo. Un disparo de falta de Javi Chico (55’) y un remate forzado de Harper (62’) fueron los acercamientos albirrojos, además del tiro al larguero de Melchor, mientras que en el área albirroja Romero volvió a responder en el 72’ a un par de disparos en una misma jugada del equipo cordobés.
Las tablas parecían la única salida para un encuentro en el que ninguno de los dos equipos encontraba licencia para matar a su rival. Los minutos finales, los de mayor desorden en ambos bandos, dejaron abierta la puerta a un gol que decidiese, pero no llegó. Bien pensado, el punto, que puede saberles a poco a algunos, tiene una cara positiva, y es que un encuentro entre dos equipos tan ordenados los suele perder el que antes se desarma, que es el que termina abajo en la tabla.
Por ello, el equipo algecireño celebra su buena labor defensiva. Para recuperar la frescura en ataque habrá que esperar tiempos mejores, cuando las bajas no mermen tanto al equipo y pueda, al menos, encontrar relevos en el banquillo para cambiar la dinámica.
Ficha técnica:
Algeciras: Romero, Máiquez, Antonio Merino, Carlos Fernández, Berlanga, Javi Chico, Iván, Melchor (Ayala, 85’), Carlitos Andújar, Alfaro (Borja, 65’) y Harper.
Lucena: José Ramón, Sergio, Obregón, Santacruz, Clavero, Coco, Pepe Díaz (Carrillo, 77’), Sarmiento, Javi Salero (Germán, 90’), Jesús Lanza e Ismael (Javi Gómez, 69’).
Árbitro: Carlos Sánchez Laso (Extremadura). Amonestó a los locales Merino y Javi Chico y a los visitantes José Ramón, Sergio y Sarmiento.
Incidencias: Partido de la séptima jornada de Liga en el grupo IV de Segunda B, jugado en el Nuevo Mirador ante unas 1.700 personas.
