Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE debatirán en la cumbre que celebran a partir este jueves cómo evitar nuevas catástrofes humanitarias como el naufragio de barcos con inmigrantes en Lampedusa, pero no se espera que concreten fondos adicionales o nuevas iniciativas como la operación de seguridad y salvamento en el Mediterráneo propuesta por la Comisión.
La presión de los países del Mediterráneo -en concreto de España, Italia, Grecia Malta, Chipre, Eslovenia y Bulgaria, ya que Francia no ha definido su postura- ha obligado al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a ampliar las conclusiones de la cumbre dedicadas a la inmigración, que inicialmente aplazaban el debate a junio de 2014.
El último borrador de conclusiones se limita no obstante a definir los principios que deben regir la política de inmigración de la UE, en particular la prevención en origen, la solidaridad y el reparto de responsabilidades, según han explicado fuentes diplomáticas.
Asimismo, se encarga al grupo de trabajo creado por la Comisión tras la tragedia de Lampedusa, en el que participan la Agencia de Control de Fronteras (FRONTEX), la Oficina de Asilo y Europol, que proponga medidas en diciembre. En este sentido se pide reforzar la cooperación con los países de origen y tránsito, aumentar las actividades de FRONTEX y la solidaridad con los países más afectados, combatir las redes de tráfico de seres humanos y mejorar la política de retorno.
"Debe hacerse más a nivel europeo en términos de cooperación con los países de origen y tránsito y de los esfuerzos de los Estados miembros en materia de reasentamiento", ha resaltado el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, en un debate ante el pleno de la Eurocámara.
En cualquier caso, el gran debate del Consejo Europeo sobre política de inmigración no tendrá lugar hasta junio de 2014.
En la cumbre se pretende "evitar un debate entre el norte y el sur, entre países de asilo y de inmigración, entre los mediterráneos y los que no lo son", de acuerdo con las fuentes consultadas. Incluso los países del Mediterráneo aceptan ya que no habrá un aumento presupuestario para las patrullas de FRONTEX. "El dinero ya está repartido, se puede administrar mejor pero no se pondrá más", apuntan las fuentes.
SIN AMBICIÓN EN EL CRÉDITO A LAS PYMES
Además de la cuestión migratoria, que se abordará el viernes por la mañana, la agenda del Consejo Europeo que comienza este jueves está consagrada a la unión bancaria y a la economía digital y la innovación. Los líderes europeos pedirán de nuevo acelerar la puesta en marcha del fondo de 6.000 millones de euros para combatir el paro juvenil, que debe activarse en enero de 2014, y medidas para reactivar la financiación de las pymes.
Sin embargo, de las tres opciones propuestas por la Comisión y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para aumentar el crédito a las pequeñas empresas usando como garantía los fondos estructurales, los Estados miembros sólo han aceptado poner en marcha la propuesta más conservadora, que movilizará únicamente un máximo de 58.000 millones de euros.
"Estoy decepcionado de que los Estados miembros no sean más ambiciosos aquí, y así se lo diré mañana al Consejo Europeo", ha dicho Barroso. No obstante, el presidente de la Comisión ha dejado claro que "completar la unión bancaria es el avance más significativo e importante para acabar con las injustas distorsiones en las condiciones de financiación y debe seguir siendo la absoluta prioridad para la eurozona".
En este sentido, los líderes europeos confirmarán el calendario de la unión bancaria, y en particular de su segunda pieza, la creación de una autoridad y fondo únicos para liquidar bancos con problemas: el Ecofin debe llegar a un acuerdo en diciembre y el pacto final con la Eurocámara tiene que cerrarse antes de las elecciones europeas de mayo de 2014. Pero no se discutirá quién será la autoridad -la Comisión ha propuesto asumir estos poderes pero Berlín lo rechaza- a la espera de que se forme un nuevo Gobierno en Alemania.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, explicará a los jefes de Estado y de Gobierno cómo piensa llevar a cabo la revisión de los activos y la nueva ronda de test de estrés a los 130 principales bancos de la eurozona. Y les pedirá que activen mecanismos de asistencia pública por si alguna entidad suspende y no logra capital adicional en los mercados.
En esta cuestión, persiste el enfrentamiento entre Alemania y los países 'triple A', que sostienen que los mecanismos de asistencia deben ser nacionales, y el resto de Estados miembros, que reclaman la intervención del fondo de rescate. En este punto España se encuentra "muy cómoda" y no va a dar la batalla porque ya ha "hecho los deberes" con el rescate bancario.
EL FIN DE LOS RECARGOS POR USAR EL MÓVIL EN EL EXTRANJERO
Por lo que se refiere a la economía digital, los líderes europeos evitarán apoyar expresamente la propuesta más destacada de la Comisión: eliminar los recargos por el uso del móvil en el extranjero, tanto para llamadas como para navegar por Internet, desde julio de 2014 y como muy tarde en 2016. Esta medida no genera suficiente consenso y podría retrasarse más allá de las elecciones europeas.
Los jefes de Estado y de Gobierno sí apoyarán mejorar el marco regulatorio para favorecer las inversiones en redes de fibra óptica o armonizar la gestión del espectro. También pedirán un acuerdo rápido sobre la norma que endurece la protección de datos personales en Internet. En este contexto, podrían debatirse las acusaciones de espionaje por parte de Estados Unidos a ciudadanos e instituciones europeas a través de Internet.