Faltaban unos 30 segundos para finalizar el tercer cuarto. El Conquero perdía 36-41 y tenía posesión. El partido no era malo, era peor, pero estaba abierto en el resultado. En ese momento, Gabi Carrasco, entrenador local, se olvida de organizar el ataque y se centra en protestar repetidamente una acción a uno de los colegiados. Resultado: técnica, dos tiros libres para Bembibre que van adentro, y siguiente posesión también con dos puntos para las visitantes. Final del cuarto: 36-45. Final del partido:48-64. Fue una de las acciones claves de un partido marcado por los errores de las jugadoras conqueristas en ataque, que veían la canasta como un agujero de canicas, y a las que les costaba anotar mucho más de lo que tienen acostumbrado a la parroquia del Estrada.
Hasta la mencionada poco práctica acción de Carrasco, sus jugadoras iban peleando contra la falta de puntería, la descoordinación en defensa y el mayor dinamismo de Bembibre. A nivel individual, hasta tres jugadoras conqueristas acabaron con cifras negativas en valoración (Pop -5, Le'coe -4 y Broring -3). Sólo el sempiterno empuje de Itziar Germán y la cierta regularidad de Ivona se salvaron de la quema colectiva. Y es que un equipo que quiere pelear con las mejores y tiene el objetivo de luchar por entrar en los playoffs por el título no puede acabar con un 38,2% en tiros de dos (13/34) y un pírrico 15,8% en triples (3/19).
El CB Conquero acaba la jornada 14 con un bagaje negativo de 6-8 y, lo que es peor, con una imagen raquítica ante su afición, y demasiados síntomas de debilidad en el juego, dejando de nuevo en espejismo lo que parecía que con la clara victoria en Zamora podía ser una catapulta. Nada más lejos de la realidad.
