¡Y se hizo la luz! El Betis derrotó al Espanyol gracias a la aparición estelar de Rubén Castro, quien firmó los dos goles de la victoria. Buen debut de N’Diaye y Adán. Muy seguro el madrileño que incluso salvó una clara oportunidad de Sergio García y contundente el francés. La salvación, a ocho puntos.
Emotivo minuto de silencio con el que arrancaba el partido en homenaje al ya fallecido Luis Aragonés que en su día, vistiera la camiseta del conjunto bético y posteriormente, lo entrenara hasta en dos ocasiones.
Pero el pasado dejaba paso al presente, a la realidad de la Liga. En el debut de Gaby Calderón como técnico del Betis en el Benito Villamarín, la consigna ante todo del argentino, era la de no encajar y realizar transiciones rápidas en ataque. Con esta idea, dispuso un once con tres centrales con Amaya, Jordi Figueras y N’Diaye. Amén del francés, Adán se estrenaba por su parte en la portería.
Las urgencias y el nerviosismo del Betis se palpaba sobre el terreno de juego de Heliópolis ante un Espanyol dominador con el balón durante los primeros minutos del choque pero cuyas intenciones se fueron diluyendo a medida que el cuadro bético se despojaba de la tensión.
Así llegó la primera oportunidad clara para los locales tras una gran jugada colectiva en el minuto 8 iniciada por Juanfran que combinaba con Rubén Castro, Chuli y que finalizaba Salva Sevilla.
Un cuarto de hora después, era Rubén Castro el que tuvo el sus botas el tanto verdiblanco, pero su volea en el corazón del área visitante tras un centro medido de Juanfran se marchó fuera.
Empate sin goles al descanso con mejor talante defensivo que en otros partidos pero sin la efectividad que se requiere para un equipo que necesita salir de las posiciones de descenso en la tabla.
La segunda mitad se ponía en juego con un Betis decidido a ir a por el duelo. Rubén Castro nuevamente en el minuto 52 enganchaba una volea a centro de Verdú, que el canario no supo aprovechar en segunda instancia.
A continuación, fue Juanfran quien lo intentaba desde más allá de la frontal con un fuerte lanzamiento que se perdía ligeramente por encima del larguero.
Se vivían los instantes más eléctricos del conjunto heliopolitano; momento en el cual Calderón movía el banquillo para introducir a Baptistao.
Sin embargo, una vez más, el protagonista con la pelota en los pies ante la meta contraria, el definidor, el goleador del equipo, Rubén Castro, sería el autor en el 70’ del tanto que daría alas al Betis fusilando por raso un rechace que recogía el canario merced a un tiro que Lorenzo Reyes, previamente, había estrellado en el poste derecho.
Nosa, recién entrado, cinco minutos más tarde, tendría que retirarse por Matilla. Mala suerte para el nigeriano el que le maldicen las lesiones.
No obstante, al contrario que en otras tantas, la noche estaba de cara y Rubén Castro, como no podía ser de otra manera, se elevaría como el héroe de la noche sentenciando en el minuto 89 el encuentro con un latigazo desde la línea de la frontal entre dos defensores que se colaba pegado al palo de Kiko Casilla.
Delirio en el Villamarín que volvía a ver vencer al Betis y obtener tres puntos que saben para la afición a gloria. El camino aún es largo. Ya espera el Valencia en Mestalla.