Un centenar de personas se han concentrado hoy a las puertas de la finca La Almoraima, en Castellar de la Frontera, en protesta por la intención del Gobierno de privatizarla, después de que el intento de ocuparla pacíficamente se haya visto frustrado por el cierre de la Casa Convento.
Un amplio despliegue de la Guardia Civil recibía desde primeras horas de la mañana a los manifestantes, a los que les negaba la entrada aduciendo que los servicios del Convento habían sido contratados para todo el fin de semana.
Por ello, los manifestantes, convocados por Ecologistas en Acción, han celebrado una asamblea en la puerta de la finca, a pie de carretera, antes de una marcha en coches hasta el castillo de Castellar, donde se ha celebrado otra asamblea.
Al acto ha acudido el presidente de la Asociación Valor Ecológico, Ecovalia, Francisco Casero, que a sus 65 años cumple hoy doce días en huelga de hambre en reivindicación de un cambio de actitud de los gestores públicos ante el aumento de las desigualdades, particularmente en el campo pero generalizadas en toda la sociedad.
Casero ha rechazado también la pretensión de privatizar La Almoraima, ya que "si PSOE, PP e IU se comprometieron en el Plan Forestal Andaluz a aumentar la superficie forestal pública de Andalucía a un 70 %, no tiene sentido que quieran poner ahora en venta una finca que hace 31 años es pública".
"Si, como dice el ministro, lo que quieren es hacer caja, vamos a poner en venta también la Alhambra y otros monumentos. No tiene ni pies ni cabeza", ha señalado el histórico dirigente asociativo.
Para Francisco Casero, en el conflicto de La Almoraima "lo importante es que todas las partes hablen y se entiendan, pero sin perder la propiedad pública", y ha incidido en que "en esta zona es muy importante la ganadería extensiva, que sería la mejor respuesta para la conservación del territorio".
También han aprovechado el acto para hacer un llamamiento a "la solidaridad con toda la inmigración", ya que "Andalucía debe ser siempre una tierra solidaria y defensora de los derechos humanos".
El presidente de Ecovalia cumplía ayer doce días en huelga de hambre, una iniciativa que está llevando a cabo porque, según explica, "llevo toda mi vida luchando por una sociedad más justa, con valores, de bienestar, de libertad y solidaria contra la pobreza y las desigualdades. Hemos avanzado mucho, pero en los últimos años estamos ante un deterioro total".
"Hay un aumento de las desigualdades, una justicia que no funciona y una burocracia que nos está asfixiando", ha declarado Casero, que mañana acudirá Ronda (Málaga) para mantener un encuentro con la industria familiar y otro con agricultores para "defender la dignidad de la gente del campo".