El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha exigido este miércoles a Rusia que cese de inmediato todos los esfuerzos para anexionarse la región ucraniana de Crimea y ha reiterado que si Moscú no acepta en los próximos días dialogar con Ucrania para resolver la actual crisis, la UE avanzará en la siguiente fase de sanciones.
Barroso ha resaltado además que el referéndum organizado en Crimea el próximo 16 de marzo para unirse a Rusia es ilegal.
"Pedimos a la Federación Rusa que cese todos los esfuerzos para anexionarse la república autónoma ucraniana de Crimea", ha resaltado el presidente de la Comisión durante un debate ante el pleno de la Eurocámara. Este mensaje, según ha dicho, cuenta con el apoyo de todos los países del G-7.
"Cualquier intento de legitimar el referéndum en Crimea es contario a la Constitución ucraniana y al derecho internacional y claramente ilegal", ha subrayado Barroso.
La situación en la región sigue siendo "muy tensa" -ha admitido el presidente de la Comisión- y la prioridad para la UE es "reducir la tensión" y "encontrar una solución pacífica que respete el derecho internacional" y evite más víctimas. No obstante, ha admitido que la actuación de Moscú va en la dirección contraria pese a las advertencias lanzadas por los líderes europeos en la cumbre de la semana pasada.
"Hemos propuesto a Rusia la posibilidad de un diálogo directo, a través de los mecanismos internacionales disponibles, incluyendo un grupo de contacto, respetando los principios de unidad, soberanía e integridad territorial de Ucrania. Hasta ahora, desafortunadamente, sin resultados", ha lamentado Barroso.
"La pelota está ahora sobre el tejado de Rusia y, en estos momentos, la situación diplomática, política y militar no está avanzando todavía en la buena dirección", ha avisado el presidente de la Comisión. La situación volverá a ser examinada por los ministros de Asuntos Exteriores el próximo lunes y por los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre del 20 y 21 de marzo.
"Si en los próximos días no empiezan negociaciones significativas que produzcan resultados en un plazo limitado -ha indicado el presidente de la Comisión- esto desencadenará medidas adicionales (por parte de la UE)". "Y un deterioro adicional de la situación podría llevar a consecuencias de gran alcance, que yo sinceramente espero que puedan evitarse", ha subrayado.
Los líderes europeos ya decidieron la semana pasada suspender los preparativos para la cumbre del G-8 que se iba a celebrar en junio en la ciudad rusa de Sochi y paralizar las negociaciones para suprimir la exigencia de visados a los ciudadanos rusos que vengan a la UE y del nuevo acuerdo bilateral.
"No necesitamos nuevas guerras frías y ciertamente no las queremos"
La siguiente fase de las sanciones consistirá en congelar los activos y prohibir viajar a la UE a los políticos rusos responsables de la intervención en Ucrania. En caso de una escalada del conflicto, los líderes europeos amenazan con sanciones económicas todavía no detalladas.
Barroso ha insistido en que el acercamiento de Ucrania y de otros países de la región a la UE no significa que éstos tengan que "dar la espalda a Rusia". "Pero Rusia debe aceptar el derecho de estos países a decidir su propio futuro y la naturaleza de sus relaciones con Rusia", ha señalado.
"No necesitamos nuevas guerras frías y ciertamente no las queremos", ha resaltado Barroso. "La seguridad no viene de la segregación o de separar comunidades o de construir fronteras, sino de asumir las diferencias y la diversidad", ha concluido.
Para el presidente de la Comisión, la actual crisis "es un test para nuestra Unión y su resultado tendrá un gran impacto en la configuración geopolítica de nuestro continente en los próximos años".