Manuel Ruiz de Lopera continúa erre que erre con su particular ‘guerrilla’frente a todo aquel que actúa o como en este caso, actuó contra su persona, en busca de recuperar sus anheladas acciones y el control absoluto del Betis que hace ya más de tres años se encuentran embargadas a raíz de las medidas cautelares dispuestas por la magistrada Mercedes Alaya.
Uno de los objetivos de Lopera ha sido y sigue siendo el anterior administrador judicial, José Antonio Bosch Valero, a quien el exdirigente bético desea que rinda cuentas y explique, entre otras serie de cuestiones, los contratos bajo su mandato ya que cree que los informes entregados “carecen de contenido”.
De esta manera, la empresa Familia Ruiz Ávalo (Farusa), propiedad de Ruiz de Lopera, ha recurrido ante Alaya, porque cree que Bosch Valero debe dar explicaciones sobre los préstamos a jugadores y los donativos hechos por “liberalidad”, afirmando que los informes mensuales entregados “no constituyen una rendición de cuentas ni reflejan la realidad de su actuación”.
Farusa desea que Bosch explique esos extremos ya que considera que la administración judicial ha sumido al Betis en un “prolongado y pernicioso limbo jurídico" y un “perfecto caos institucional”.
Entre otros, pide que Bosch explique la suma de 681.849 euros que gastó en el ejercicio 2012-2013 en “invitaciones, atenciones y donativos” que no guardan conexión con las actividades propias del club deportivo. Otro ‘dardito’ más de Lopera hacia Bosch.
Serra es acusado de presionar para irse
Claro y rotundo ha sido en su nota oficial el presidente del RCD Mallorca, Gabriel Cerdá, informando que Lorenzo Serra Ferrer pretende vender sus acciones para marcharse al Betis y por ello está ejerciendo presión desde su entorno. En suma, Cerdá afirma que no se ha llegado a ningún acuerdo para la venta y señala que la cesión de las participaciones de Serra de manera gratuita sería “una venta ficticia”.
