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Un 33,5% de los aficionados a juegos de azar dice gastar menos que hace un año

La reducción del gasto en juego es muy sensible en las clases medias bajas. Juega casi todo el mundo, pero un 33,5% declara jugar ahora menos que hace un año y entre los inmigrantes, el 55,9%

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La crisis ha llevado a los españoles a consumir juego de manera más racional aunque existe una tendencia a "ocultarlo", ya que los jugadores sienten "presión social" al reconocer que destinan parte de su dinero a ello en esta situación económica, según se desprende del informe 'Percepción social sobre el juego de azar en España 2014', de la Fundación Codere y el Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III de Madrid (IPOLGOB).

   El estudio revela cambios en el consumo de las distintas modalidades de juego por parte de los españoles el último año.

La reducción del gasto en juego es muy sensible en las clases medias bajas. Juega casi todo el mundo, pero un 33,5% declara jugar ahora menos que hace un año y entre los inmigrantes, el 55,9%.

   En el conjunto de la población sólo un 3,2 por ciento declara jugar más que el año pasado, sobre todo menores de 35 años. El descenso viene siendo regular desde el 6,3% de 2010.

   Las apuestas deportivas presenciales siguen creciendo, conforme se van autorizando en comunidades autónomas. En 2013, cerca de un millón de personas apostó a resultados deportivos, es decir, alrededor de un 2,8% de los españoles y casi la mitad de los jugadores apuesta con una frecuencia superior a una vez al mes (44%) y, el 44,5%, reconoce realizar algunas apuestas deportivas con una periodicidad semanal. El perfil de este jugador es fundamentalmente masculino (80%) y cuyo gasto medio por apuesta alcanza los 4,21 euros.

   En el informe se hace hincapié en la necesidad de "normalizar" la imagen del juego, especialmente en el caso del sector del bingo, como una actividad empresarial y de entretenimiento más. El estudio señala que las salas de bingo son percibidas como locales "envejecidos y con una decoración y estética pasada de moda". Sin embargo, resulta llamativo que el bingo es percibido de manera positiva por los jóvenes, quienes lo disfrutan principalmente en grupo. Este dato destaca y revela un potencial nicho de crecimiento en este sector del juego, tras acometer una "renovación" necesaria.

   Las encuestas realizadas indican que el juego online parece haber alcanzado cierto grado de madurez, y se ha detectado un descenso en el número de jugadores de 2012 a 2013, de un 4,2% a un 3,3%, hasta los 1.150.000 jugadores.

   En cuanto a las loterías públicas, algo más de la mitad de la población declara haber jugado alguna vez a la Primitiva, un porcentaje estable desde 2009, aunque en suave descenso. Estas loterías están sufriendo un desgaste en los últimos años, excepto el sorteo de Euromillones y se produce "una canibalización entre ellas", según el informe.

PERFILES DEL JUGADOR

   Al analizar la motivación y la frecuencia de juego, las encuestas revelan tres perfiles: los que consideran el juego como un "entretenimiento", que son los que están mucho menos implicados y juegan con menor frecuencia (27,8%); los que lo entienden como una "demostración de habilidad o de conocimientos" (42,6%), especialmente de deportes, cuya frecuencia de juego es superior, como en el caso de las apuestas deportivas (43,1%); y, por último, quienes encuentran en el juego una vía para "ganar dinero" (38,3%).

   Sin embargo, uno de los datos más destacados en las encuestas sería que un 43,3% de los jugadores online lo hace en webs no autorizadas y, un 12,8%, reconoce no utilizar nunca webs acabadas en ".es", por lo que juegan, sistemáticamente, en páginas ilegales.

   También destaca el desconocimiento de los jugadores respecto a las plataformas y operadores de juego: un 27,4%, reconoce no saber dónde se ubican las webs en las que juega y, un 43,8%, cree que éstas se ubican en España. Además, pese al grado de penetración de esta actividad en los hogares, aún existen ciertas reticencias en el pago a través de internet y en la "confianza" hacia los operadores.

   Además, el estudio señala que el concepto "jugar online" es algo ambiguo. Las encuestas revelan que un 20%, de los que reconocen jugar online, realmente no juega, sino que compra sus boletos por esta vía o utiliza internet para comprobarlos.

   La alternancia en el uso de los canales on/off line de juego pone de manifiesto que la "comodidad del juego online" podría desplazar ciertas compras presenciales a través de este canal, como ocurre con el consumo de los medios de comunicación.

   Sin embargo, la frecuencia de juego online en los hogares con ciertas dificultades económicas es sensiblemente mayor que la media, resultado de la tendencia al disfrute de ocio en el ámbito doméstico.

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