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Una nueva alianza afrontará retos como el de Afganistán

El presidente de EEUU, Barack Obama, proclamó ayer, entre los aplausos de una audiencia entregada, un nuevo estilo en las relaciones transatlánticas tras las disensiones y la desconfianza generada en los primeros años de la etapa de su predecesor, George W. Bush.

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  • La canciller alemana Angela Merkel y el presidente estadounidense Barack Obama (i). -
El presidente de EEUU, Barack Obama, proclamó ayer, entre los aplausos de una audiencia entregada, un nuevo estilo en las relaciones transatlánticas tras las disensiones y la desconfianza generada en los primeros años de la etapa de su predecesor, George W. Bush. 

EEUU y Europa pueden superar los desafíos del siglo XXI, pero deben “hacerlo juntos” y donde está más clara esa necesidad -dijo- es en la guerra en Afganistán, que será la “prueba” de la capacidad de la OTAN de reestructurarse y adaptarse a las nuevas necesidades. 

Obama intervino ante unas 3.500 personas, en su mayoría estudiantes alemanes y franceses, antes del comienzo de la cumbre con la que la OTAN celebra su 60 aniversario en Estrasburgo y Kehl (Alemania). 

Por la mañana se había reunido con el presidente francés, Nicolas Sarkozy y, tras su encuentro con los jóvenes, lo hizo con la canciller alemana, Angela Merkel, para proclamar un mismo mensaje: la llegada de una nueva era en las relaciones entre su país y Europa. 

“He venido Europa esta semana a renovar nuestra alianza”, indicó Obama en el encuentro en el pabellón deportivo Rhenus con los jóvenes, que le dieron un recibimiento muy caluroso. 

Advirtió, no obstante, que “EEUU está cambiando pero no puede ser sólo EEUU el que cambie”. 

Europa ha caído en la complacencia y a menudo ha acusado a EEUU de todo lo malo que ocurre en el mundo, consideró, si bien reconoció que en ocasiones Estados Unidos se ha comportado de manera arrogante y ha sido despectivo hacia sus aliados al otro lado del Atlántico. 

EEUU ha propuesto una nueva estrategia para Afganistán, dentro de la cual planea enviar 21.000 soldados más en los próximos meses a Afganistán, para reforzar a los cerca de 36.000 con que ya cuenta, y pedirá en esta cumbre a sus aliados que aumenten sus aportaciones, si no de tropas sí económicas o para formar a las fuerzas afganas. 

Los dos países anfitriones de la cumbre le ofrecieron su entusiasta respaldo. 

Merkel indicó que la nueva estrategia “coincide con lo que nosotros queremos”: un fuerte componente civil, para la ayuda al desarrollo, y prima la formación de las fuerzas afganas para que se hagan cargo de su propia seguridad. 

Con anterioridad, el presidente francés también había declarado su respaldo. Su Gobierno, afirmó Sarkozy, está dispuesto a enviar no tropas -ya aumentó su contingente el año pasado- pero sí gendarmes para contribuir a la formación de la Policía afgana y una aportación económica al fondo que sufraga los costes de las fuerzas de seguridad de ese país. 

Si en sus declaraciones conjuntas con Merkel, Obama mostró un cansancio visible -se encuentra en la tercera jornada de una intensa gira por Europa- su bilateral con Sarkozy estuvo rodeada de una gran calidez, patente desde la ceremonia de bienvenida. 

Sarkozy y su esposa, Carla Bruni, vestida con un sobrio traje gris, acogieron con besos y sonrisas a Obama y su cónyuge, Michelle -que lucía un elegante modelo rosa con una chaqueta de gasa negra bordada- en el palacio Rohan de Estrasburgo. 

Los Sarkozy acompañaron a los Obama mientras estos saludaban y estrechaban las manos del numeroso público que se había concentrado a las puertas del palacio.

Tras su bilateral, el presidente galo aseguró que "confía" en Obama y, como gesto de buena voluntad, anunció que aceptará uno de los presos de Guantánamo que EEUU quiere enviar a terceros países tras el cierre de esa prisión.

Por su parte, Obama elogió la "iniciativa, imaginación y creatividad" de su colega y alabó la decisión francesa de reintegrarse en la estructura militar de la OTAN.

También instó a sus aliados europeos a potenciar su capacidad militar. "Mientras más capacidad tenga Europa, más contento estará Estados Unidos y mejor podremos coordinar nuestras actividades", destacó Obama.

El presidente estadounidense también dedicó su atención a las relaciones con Rusia, otro de los asuntos que se debatirán en la cumbre. "Queremos enviar un mensaje muy claro de que queremos tratar con ellos pero no podemos volver a los modos antiguos", indicó Obama, que reconoció "diferencias fundamentales" con Moscú.

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