El seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, aseguró este martes en Santander que no tuvo "dudas" sobre continuar en el cargo y que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) le respaldó "hasta límites insospechados", pero que se dio "un poco de pausa" para tomar una decisión y aceptar el reto de continuar después de la temprana eliminación en la primera fase del Campeonato del Mundo en Brasil.
"Si cuando acaba el partido (contra Australia) digo 'voy a seguir' me hubiera parecido un acto de soberbia. Había que darse un poco de pausa porque para las decisiones importantes hay que esperar. No quería ser ningún problema para el funcionamiento de la Federación. La Federación Española no ha tenido dudas. Yo no he tenido dudas, pero sí ese rasgo de humildad para tomar una decisión aunque estaba respaldado hasta límites insospechados", indicó.
Así se manifestó Del Bosque en su participación en el encuentro 'El éxito del deporte español y la generación de recursos', organizado por el Consejo Superior de Deportes dentro de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander, donde defendió que, si el fuera el presidente de la RFEF, Ángel María Villar, elegiría como seleccionador a un técnico español.
"Si fuera el presidente de la federación sería español. No es por poner puertas a nada, porque yo he trabajado en el extranjero, pero me inclinaría siempre por un seleccionador español", apuntó Del Bosque, que hizo un análisis sobre las claves de la 'derrota' en la Copa del Mundo de Brasil, donde se extendió la idea errónea, según él, con la eliminación de que hubo un "retroceso" en el juego de 'la Roja'.
"Y no es verdad. En el verano de 2012 exhibimos un buen fútbol y, seguramente, alcanzamos la máxima calidad en la final contra Italia. Han sido cuatro años de un comportamiento futbolístico estupendo. A nivel de clubes. Hemos ganado con el Real Madrid, Barcelona y Atlético, pero también con el Sevilla, el Villarreal o el Deportivo. Hemos tenido cierto mando en Europa. Y todavía somos campeones de Europa", subrayó.
A su juicio, España no ha sido "muy pedante" en la victoria ni se ha venido "abajo" con la derrota en Brasil. "Creo que no debemos ver el futuro con mucho pesimismo. En estos últimos cuatro años tenemos la experiencia de ganar y perder. Siempre pensaba en el día en que perdiéramos y creo que ha habido tranquilidad. Hemos recurrido mucho a la frase de que el éxito es pasajero, y en la derrota también se puede representar al país, educando en ella", comentó.
En este sentido, destacó la puerta que abrieron al mundo técnicos como Rafa Benítez, que "hizo historia en la Premier", y jugadores como Cesc Fábregas, capitán del Arsenal con tan sólo 18 años, lo que les "ha fortalecido". "Hemos sido campeones en la época de Messi y Ronaldo y en la de Alemania. Ellos siguieron trabajando, no perdieron los nervios y han logrado el éxito. Ha sido campeón, como todos queremos, a través de un equipo", señaló.
"TODOS ÉRAMOS CULPABLES".
El salmantino recordó que su equipo ha administrado la herencia recibida de Luis Aragonés e imprimió luego su sello manteniendo la cordialidad de las relaciones. "Tenemos que luchar para recobrar nuestros sueños e intentar cumplirlos. Estamos ante una gran generación de jugadores que está acostumbrada al éxito, que ha sido campeona del mundo y de Europa dos veces", remarcó.
"Las declaraciones han sido sensatas. Ese optimismo exagerado lo trataba de parar porque se puede caer en la antideportividad. No ha habido ni comportamientos miserables, ni ambiente hostil en la concentración. Ha sido una de las mejores concentraciones que hemos tenido, pero la derrota cambia las opiniones", argumentó el técnico.
Asimismo, destacó que sus jugadores ni el cuerpo técnico cayeron en echar la culpa a los árbitros y elogiaron a sus rivales. "Holanda y Chile fueron mejor que nosotros. El que cambiáramos a Piqué y Xavi Hernández no era marcar a nadie. Todos éramos culpables. Se dijo que Casillas era el culpable, pero lo éramos todos. No hemos recurrido a la mala suerte y tuvimos un excelente comportamiento en el último partido contra Australia. Perdimos por cuestiones futbolísticas", analizó.
Tampoco quiso colocar una barrera entre los jugadores jóvenes y veteranos. "Decían que éramos una generación de jugadores muy viejos. No era realidad. Debemos dar importancia a los méritos acumulados por los jóvenes y los veteranos. ¿Por qué vamos a cerrar la puerta a un jugador de cierta edad si esta teniendo un rendimiento óptimo? No hemos llegado a ninguna reliquia. Todos han estado jugando y, algunos, en exceso. Ha sido una suma de pequeñas cosas", manifestó.
Acerca del futuro, Del Bosque dijo que "siempre habrá otro que lo pueda hacer mucho mejor", aunque aclaró que un buen empleado "siempre se debe sentir el mejor". "Somos optimistas y creo que hay que huir de la depresión y la fatalidad, que es cosa del pasado. A partir de ahora nos agarraremos al talento de nuestros jugadores, tenemos un camino marcado. Es muy difícil lograr esta excelencia y muchos de héroes vendrán, pero otros no. Será una evolución natural y creo que no hemos sido perezosos en la incorporación de jugadores de las categorías inferiores", agregó.
Finalmente, el salmantino se reafirmó en el estilo que ha impreso en los últimos años. "Todo el mundo quiere un entrenador que de muchas voces, pero no estoy en esa línea. Lo siento. Confundimos lo alterado con la motivación, pero son dos cosas completamente diferentes", comparó el exentrenador del Real Madrid, que defendió la búsqueda de una "mayor cultura deportiva".