Unas 2.000 personas se han "volcado" en la tarde de este lunes en la despedida en el municipio almeriense de Berja a Mari Carmen Marín, la mujer de 41 años que el sábado fallecía degollada presuntamente a manos de su expareja, quien, al parecer, le esperaba oculto en el portal de acceso a su domicilio.
Según ha precisado a Europa Press el alcalde de la localidad, Antonio Torres, "todo ha ido bien", siendo así que se ha tratado de una ceremonia muy "emotiva" en la que el pueblo, "como se esperaba, se ha volcado, haciendo un acto de presencia multitudinaria".
Durante el funeral, celebrado en la Iglesia virgitana de la Asunción, tanto su hijo de 20 años como su familia han estado arropados, así, por los vecinos. El sepelio ha sido la última muestra de dolor y respeto de un municipio que declaró el domingo día de luto oficial y cuyas banderas han ondeado a media asta en el balcón del Ayuntamiento, que acordó un minuto de silencio en todos los actos oficiales debido a las fiestas patronales.
Mari Carmen Marín, cuyo asesinato la convierte en la víctima número 32 de la violencia machista en España en lo que va de año, murió el sábado a consecuencia de las alrededor de media docena de heridas de arma blanca que le ocasionó presuntamente su expareja, un joven marroquí de 31 años que emprendió la huida tras perpetrar el crimen.
El individuo, identificado como H.B., fue detenido 24 horas después en el municipio de Dalías, donde un vecino dio aviso a la Guardia Civil al reconocerlo como la persona en búsqueda y captura por este crimen. Se encuentra en las dependencias de la Comandancia de Almería desde donde, a la espera de la práctica de las últimas diligencias, será puesto a disposición judicial.
El cuerpo sin vida de Mari Carmen Marín fue encontrado alrededor de las 6,45 horas del sábado en su domicilio con varias heridas por arma blanca.
La expareja de la mujer, quien estaba en posesión de las llaves del domicilio, había terminado el periodo de arresto domiciliario el jueves día 31 y seguía manteniendo una orden de alejamiento de 200 metros, así como una prohibición de comunicación, tras varias denuncias por parte de la mujer --la última el pasado 25 de junio-- por violencia de género