Omar González, el hombre que saltó la valla de seguridad de la Casa Blanca y corrió por el jardín del recinto, fue más lejos de lo que previamente se pensó, llegando incluso a recorrer buena parte de la planta principal de la residencia presidencial antes de ser detenido, según fuentes del Servicio Secreto consultadas por el diario estadounidense 'The Washington Post'.
De hecho, una caja de alarma situada cerca de la entrada principal de la Casa Blanca, diseñada para alertar a los guardias de la presencia de un intruso, había sido silenciada. González, un ex general que sirvió en Irak, portaba un cuchillo en el momento de la incursión.
Antes de ser interceptado y detenido por uno de los guardias, el intruso logró recorrer parte de la planta principal y llegó hasta la puerta de entrada de la Sala Verde, un salón con vistas al jardín con obras de arte y muebles antiguos, tal y como confirman al citado periódico tres personas familiarizadas con el incidente.
Este martes, la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Julia Pearson, deberá responder a las preguntas de un panel bipartidista de legisladores, que la interrogarán en profundidad acerca de este hecho, que ha puesto en evidencia los fallos de seguridad en uno de los edificios más representativos del país.
González tenía más de 800 cartuchos de municiones en su coche y había sido detenido en julio con un rifle de francotirador y un mapa que marcaba la mansión ejecutiva, según anunció el fiscal federal, que cree que podría ser condenado a diez años de prisión por estos hechos.
Aunque no es la primera vez que una persona salta la valla de la Casa Blanca, sí es la primera que consigue entrar en el inmueble, aunque lo hizo justo después de que el presidente, Barack Obama, y su familia salieran hacia Camp David.