Convencido del papel que la Universidad tiene ante la sociedad. Así se mostró el rector de la Universidad de Jaén (UJA), Manuel Parras, durante un desayuno informativo en el que defendió una institución en la que “la gente confía” y sobre la que recae una “gran responsabilidad” al haberse convertido en uno de los motores que permite el desarrollo socioeconómico de esta provincia.
Manuel Parras aseguró que se encontró una Universidad con una situación financiera “saneada” y así la dejará, con fondos que permitan al nuevo equipo “elegir con tranquilidad proyectos”. Entre otros, Parras dejará el proyecto del edificio de I+D+i que tuvo que paralizarse y el del edificio del Rectorado. Sin embargo, la villa universitaria que imaginó en los terrenos de 130.000 metros cuadrados pagados ahora por el Ayuntamiento no será un proyecto que se mantenga, aunque si le piden consejo, lo defenderá.
En infraestructuras, en la Universidad se ha invertido desde 2007 en obra nueva 72 millones de euros, y ha sido la nota característica hasta hace poco, con la inauguración de la remodelación de la antigua escuela de Magisterio. Además se harán los 145 apartamentos y la escuela infantil. El crecimiento es posible por la puesta en práctica de una política financiera “austera”, entendida como “sobria”, más cuando la Junta de Andalucía adeuda a la UJA 57 millones de euros. A pesar de ello, no han acudido al plan de pago a proveedores. “Si somos una universidad preocupada por el entorno, no tiene sentido que no paguemos a los proveedores”, confesó. Sin embargo, una de las consecuencias económicas es que no se puede adelantar dinero a los investigadores propios de la institución académica. “Tiramos de recursos propios para pagar nóminas y la investigación. Hay una cultura de austeridad que entiendo que el próximo equipo mantendrá”, dijo.
Al repasar la plantilla del Personal Docente Investigador, Manuel Parras confirmó que es “muy estable” y avanzó que ofertarán 13 plazas para ayudante a doctor, “encaminadas a que sean cubiertas por los sustitutos interinos”. Aseguró que durante su gestión no han echado a nadie que viva de la Universidad, pero sí a profesores asociados porque se redujeron los créditos y el Gobierno cambió la dedicación del profesorado. “Si hubiera tenido que echar a alguien o no hubiera podido pagar a los proveedores, no hubiera seguido como rector”, recordó.
Se mostró preocupado porque el dinero que tienen no lo pueden invertir en retener el talento de quienes han formado y han sido acreditados, para anclarlos en la Universidad de Jaén. “Tenemos más de 90 personas acreditadas que no podemos promocionar”, lamentó. En esta línea, el rector recordó que tienen plazas “injustamente impugnadas” por el Ministerio de Hacienda. “Es un problema porque las normas ministeriales están abocando a que haya una restricción enorme de las plantillas en las universidades”, dijo, pidiendo a las administraciones que respeten la autonomía universitaria y que dejen que las universidades hagan una política de personal propia.
Una de las consecuencias es que “hasta que no se acabe con las medidas restrictivas de contratación de personal no se podrá poner en marcha el Grado de Medicina”. Y más al ser una de las titulaciones “más caras”, aunque rentables por lo que reporta al territorio en el que se implanta. “Queremos un Grado de Medicina de bata blanca, de formación en hospitales más que en clases”, apuntó.
La UJA está apegada a su territorio y trabaja por su desarrollo con unas misiones claras: generar conocimiento y transferirlo al tejido productivo, y formar a personas cultas. “La Universidad es patrimonio de la sociedad y se reinventa constantemente”, valoró, asegurando que en el mapa nacional está en el tercer puesto del ranking de producción científica, en 2º puesto en TICs e investigación y entre las cien primeras a nivel mundial. “Hay que diferenciarse y Jaén lo ha hecho posicionándose con la investigación en aceite de oliva y olivar”, ejemplificó.
Estos avances son un aval para sus universitarios, que son ya 15.500 matriculados, más los 1.500 de los programas de movilidad. “Nos eligen porque les gusta la Universidad y porque Jaén es una ciudad tranquila, segura y barata”, puntualizó. Como barata es mantener una universidad pública por el empleo y la economía que retorna a Jaén. “Lo que sale caro es la ignorancia”, dijo. En este punto,
Parras planteó una pregunta: ¿Si Jaén no tuviera Universidad, en tiempos de crisis como el actual, dónde hubieran estudiado los hijos de familias que la están sufriendo? El número de universitarios creció con la crisis y el curso pasado decreció un 3%.
Según datos aportados por el rector del último informe de inserción laboral de la UJA del año 2014 y que está a punto de publicarse, 130 titulados establecieron su empresa en Jaén. En el período que abarcan los últimos cuatro estudios (2011-2014) “se ha producido un aumento de 26 a 130 titulados que han optado por establecer su propia empresa”.
“Universidad y empresas trabajarán sin intermediarios por el empleo”
La transferencia de conocimiento al tejido productivo de la provincia es una misión primordial para el equipo de Manuel Parras y con la creación de la Fundación ‘Universidad-Empresa’, desde la institución académica se trabajará para conocer “cuáles son las necesidades reales de las empresas”. Y es que según el rector “esta provincia necesita buenos profesionales en sus empreas porque es lo que genera empleo” y no se puede permitir que “aún habiendo gente formada haya puestos de trabajo sin cubrir porque no se ha formado a las personas en la materia que las empresas están reclamando”.
Hasta que finalice su mandato, Parras Rosa contactará con al menos la mitad de las 60 empresas que ha invitado a participar en esta Fundación ‘Universidad-Empresa’, en la que no habrá intermediarios.
Según Parras, uno de los problemas de esta provincia es que tiene un tejido empresarial “poco profesionalizado”. Reconoce que Jaén “está anclada en el confort” y prueba de ello es que “las ayudas de la PAC tienen un efecto adormidero”, ejemplificó.
Así, defendió que Jaén necesita “empresas que innoven y se involucren” y con este fin trabajará con la Fundación, en la que piden a las empresas un capital fundacional de mil euros que sumará a los 25.000 euros que aportará la propia Universidad.
Será una Fundación que luche contra el desempleo. “Una misión universitaria es la apuesta por el emprendimiento. La Universidad tiene que ser un agente activo contra el desempleo”, espetó Parras.
El desempleo juvenil es del 66% y entre universitarios del 43%.
Investigación en olivar
Las universidades “no pueden ser clones y tienen que diferenciarse” y la de Jaén ha hecho sus deberes. Destaca en investigación en aceite de oliva y olivar y por ello, entre otros proyectos, Parras avanzó que van a trabajar en “secuenciar el genoma del olivo picual” y lo harán de la mano de la Diputación. La UJA suma cerca de 30 grupos de investigación en esta materia.