“Es una pérdida terrible de una persona capital en la cultura contemporánea española”, ha señalado la ministra, quien ha recordado al músico como “un creador muy influyente en su generación”.
Eduardo Bautista, productor del primer disco de Vega con Nacha Pop y actual presidente del Consejo de Dirección de la Sociedad General de Autores y Editores, aseguraba ayer que “lo importante fue descubrir a una persona de extrema sensibilidad”, “un compositor extraordinario” con una “vida muy difícil”, y recalca que sobre todo fue un autor “y va a estar acompañado por creadores hasta sus últimos minutos. Me da mucha rabia que una persona muera a los 51 años”, añadía.
Nacho García Vega, primo y fundador junto a Antonio Vega del grupo Nacha Pop, destacó ayer a Efe que el músico madrileño “era una persona única, como única ha sido su contribución al panorama musical de este país”.
“Tenemos la suerte de que nos quedarán sus grandes canciones”, explicó, muy emocionado, Nacho García Vega. “Canciones que nos han emocionado a todos y con las que han crecido varias generaciones”, añadió.
“Le he querido prácticamente desde que nací", destacó Nacho García Vega.
Álvaro Urquijo, líder de Los Secretos, señaló a Efe que el creador de La chica de ayer era un “gran compositor, instrumentista e intérprete, que influyó en todos sus coetáneos y en generaciones posteriores”.
“Abría la boca y eran ángeles”, añadió. Álvaro, cuya vida y carrera musical ha estado marcada también por la muerte repentina de su hermano Enrique, alma de Los Secretos, considera que Antonio es “irrepetible como artista” y como persona “era un hombre al que había que dejar vivir como quería”.
Nacho Cano, amigo de Antonio Vega y uno de los últimos en trabajar con él, ya que el músico madrileño colaboró en el musical A, creado por el ex Mecano el año pasado, señaló a Efe que “Antonio ha sido uno de los fundadores del pop español actual” y “de los que ha conservado ese espíritu inicial”.
“Lo más importante de Antonio es que, a pesar de las circunstancias vitales que tuviera, fueran éstas buenas o malas, era un músico devocional que sabían trasladar todas esas experiencias a sus canciones”, comentó Nacho Cano.
