El Gobierno central y las marcas automovilísticas garantizan un importe de 1.500 euros para todo el territorio español, pero se elevarán hasta 2.000 euros en comunidades como Aragón, Asturias y Cantabria que ya el mismo jueves, 14 de mayo, habían anunciado su intención de secundarlas.
Ese mismo día, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, se reunió con los consejeros autonómicos del ramo para perfilar la coordinación de estas ayudas sobre el formato propuesto por el presidente del Gobierno de aportar 1.000 euros las marcas automovilísticas, 500 el Ejecutivo y otros 500 las comunidades autónomas.
En esa reunión, otras comunidades como Madrid, que mantendrá el 20% de descuento sobre el Impuesto de Matriculación, y Galicia, que tendrá un plan concreto, rechazaron la propuesta de la Administración central, mientras que Cataluña la vinculó a la financiación autonómica, la primera, o a posibles alternativas propias, la segunda.
El resto de comunidades no se pronunció, aunque tal como expuso Miguel Sebastián, durante el fin de semana habría “tiempo más que de sobra” para poder adherirse a la misma.
A lo largo de este fin de semana, pues, se han ido decantando las posiciones autonómicas y así, la Generalitat valenciana hará coexistir su plan con el incentivo del Gobierno central, de forma que continuarán las ayudas autonómicas de 1.000 euros para la compra de vehículos nuevos y de 500 euros para la compra de usados, lo que podría elevar la ayuda a 2.500 euros por vehículo.
La Xunta de Galicia contará con un plan concreto de ayuda a la automoción que la Administración autonómica concretará en los próximos días tras una reunión con el sector.
El Ejecutivo de La Rioja ha propuesto al sector de la automoción establecer una ayuda de 1.500 euros para la compra de un vehículo, de los que 500 pondría la Administración regional y mil el sector, con independencia de la planteada por el Ejecutivo central.
Murcia ya ha aprobado en Murcia ayudas de 1.200 euros para la compra de vehículos comerciales, y que si se adhieren al plan del Ejecutivo central, éste tendrá carácter retroactivo.
En el lado favorable al plan de inventivos directos a la compra del Gobierno central se han colocado Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León y Extremadura.
Pero no sólo se han registrado criterios desiguales entre las comunidades ante la propuesta del Gobierno, porque las marcas han implementado sus propios planes, que suman a la ayuda oficial.
Por el momento, según orden de aparición, Ford ofrece un programa de entre 2.000 y 6.000 euros; Renault con uno similar de entre 2.000 y 6.500 euros, Peugeot pasa de los 4.000 euros y Citroën entre 2.000 y 6.400.
Aunque en un principio, el planteamiento era hacer efectivas las ayudas el 1 de junio, el temor a que un excesivo retraso acentúe el desplome de los últimos meses en el mercado automovilístico por la demora en la intención de compra de los consumidores para beneficiarse de las ayudas, ha obligado a este adelanto de fechas.
Con este objeto, distintas marcas de automóviles han puesto ya en marcha ofertas por el importe de las ayudas del citado plan, y se elevan por encima de esa cantidad, en función de precios de venta al público más caros y de gamas más altas
El Gobierno ha dotado al Plan 2000E con un presupuesto de cien millones de euros y le otorga una vigencia de un año o hasta el agotamiento de los fondos y con ello se esperan cubrir 200.000 operaciones de compra.
Las condiciones de aplicación son similares a las aplicada en el Plan VIVE reformado, por lo que podrán acogerse particulares, autónomos y PYMEs que adquieran un coche nuevo u otro de menos de dos años de antigüedad con un precio inferior a 30.000 euros a cambio de otro destinado al achatarramiento.
Para los vehículos de segunda mano, la ayuda del Gobierno también será de 500 euros, pero no disfrutarán de ayudas por parte de los fabricantes.